"La propuesta del nuevo barrio chino es establecer más puentes culturales entre China y Chile, utilizando la comida como un canal de comunicación".
Por: Joaquín Saez, antropólogo social e integrante del Núcleo Milenio ICLAC
Hace ya un tiempo la comida china es más que solo los clásicos wantanes, arrollado primavera, carne mongoliana y chapsui de pollo, muy presente en celebraciones y reuniones de las familias chilenas. Hoy lo "chino" en Santiago es mucho más fácil de encontrar y en una diversidad muy amplia.
En palabras de Run Fan Cheng, locataria china, influencer y ex participante del programa Rojo de TVN, "si años atrás la salsa de soya se convertía en un ingrediente infaltable en las mesas chilenas, hoy se le suman el aceite de sésamo, la salsa de ostras, el aceite de pescado y el vinagre de arroz, que son las salsas fundamentales de la comida asiáticas".
Estos ingredientes llevan mucho tiempo en los anaqueles de supermercados chinos en Unión Latinoamericana, en Patronato y en varios supermercados y mall chinos a lo largo de nuestro país, lo que se hace más visible estos días con la inauguración de un gran pórtico rojo que da la bienvenida a un interesante barrio chino en la capital tal vez un poco distinto a los de Nueva York, Yokohama, Buenos Aires o el Quartier Chinois de París, porque este nos recuerda que los chinos han sido nuestros vecinos desde hace muchos años a lo largo de Chile.
Este gran pórtico, adornado con pilares rojos, dragones y caracteres chinos (hanzi), es el resultado de un esfuerzo coordinado por residentes chinos en Chile, quienes contribuyeron económicamente para concretar este proyecto. No solo invita a tomarse una foto frente a él, sino a "redescubrir" aspectos de la cultura china que a veces pasamos por alto.
Con el objetivo de explorar la cultura china a través de sus productos, tres antropólogos aficionados al idioma y la cultura mandarín, Andrea Insunza y Daniela Hernández, nos aventuramos a visitar los lugares chinos del entorno urbano. Esperamos seguir desarrollando y compartiendo nuestras reflexiones en estos espacios.
A pesar de responder a algo doméstico, los alimentos, productos de cocina y menaje nos conectan a la cultura china de muchas formas. Confirmamos esto en el supermercado Hua Xing, a pasos del inaugurado pórtico, uno de los supermercados chinos más grandes de Santiago. Aquí, además de los típicos productos chinos que ya tenemos asimilados en nuestra cotidianidad se encuentran también unos snack llamados latiao ( 辣条) los cuales aparecen en unos populares videos de tik tok de un local de dulces en una localidad rural. También puedes encontrar bebidas de frutas como el Lychee (荔枝) o pasteles de Durian, una fruta con un aroma intenso a azufre que muchos youtubers prueban en China.
En este lugar conocimos a Hui, trabajadora del supermercado, quien nos contó que estudió contabilidad en la Universidad de Harbin antes de abrir su local en Estación Central, donde la comunidad china está muy presente y se mantienen muchas tradiciones, incluyendo una amplia variedad de tés. Hui nos ayudó a seleccionar té, destacando el pu erh como uno de sus favoritos, además de té verde, blanco, oolong, de jazmín y variados tés de semillas y frutas como fruta de espino, longan y flor de osmanthus, que eran completamente nuevos para nosotros.
Andrea describe que durante nuestra visita a los supermercados chinos "había una enorme cantidad de lugares abiertos, a pesar de haber sido un día feriado. Había una gran variedad de dulces y era curioso que, al probarlos, la diferencia de la cantidad de azúcar entre Chile y China es grande. Nos sorprendió la gran cantidad de productos en cada uno de los locales, como por ejemplo, muebles o decoraciones, té, cerámica, comida y bebestibles. Haber hablado con personas chinas que trabajaban en los malls hacía más fructífero el conocimiento de cada producto".
Daniela compartió que fue "muy cautivante, pues visitar los supermercados chinos, sobre todo como antropólogos, es sumamente interesante y relevante, tener la oportunidad de profundizar en una cultura y sus personas a través de un elemento tan fundamental como la alimentación".
Si de auténtica comida china se trata, a pocos pasos del recién inaugurado pórtico se encuentra el restaurante ShuXiang, conocido por su cocina tradicional de Sichuan y su plato estrella, el hot pot. Este consiste en una olla de caldo calentada por un quemador central en medio de la mesa, donde se cocinan ingredientes como carne en lonjas, albóndigas, vegetales, mariscos e incluso ingredientes más inusuales como caracoles, sangre coagulada de cerdo y hongos enoki, típicos de la gastronomía de Sichuan. El caldo se distingue por su pimienta de Sichuan y su aceite picante (麻辣醬 málàjiàng), que ofrecen un aroma y sabor únicos, invitando a una experiencia culinaria auténtica y a descubrir los sabores tradicionales de China. Al probar estos platos, experimentamos el característico picante de la verdadera comida china.
El lugar invita a una experiencia cultural única, con mesas divididas en habitaciones separadas del resto de los comensales, aire acondicionado propio y un carrito adicional con algunas cosas útiles como servilletas, toallas húmedas para limpiarse las manos y palillos de repuesto. En el pasillo exterior, otro carrito esperaba con un montón de salsas y condimentos, algunos de los que nunca habíamos imaginado mezclar, sino hubiese sido por el hecho de que uno de nosotros había visitado China con anterioridad.
Cada ingrediente tiene su importancia y hoy estos espacios nos invitan a descubrir preparaciones e ingredientes nuevos que quizás no habíamos considerado antes. La propuesta del nuevo barrio chino es establecer más puentes culturales entre China y Chile, utilizando la comida como un canal de comunicación para acercarnos a lo que percibimos como distante y así desvelar el velo de un país que nos invita a explorarlo en nuestros paseos cotidianos por el centro de la capital.
