El hecho ocurrió en el Camino El Volcán, a la altura del 29600, en el Cajón del Maipo, donde el actor, de 49 años, chocó su automóvil un Lada Samara, patente CD 3069- contra un poste del alumbrado público, perdiendo la vida en el lugar.
Pese a ello fue trasladado a la Posta del Hospital de San José de Maipo, desde donde fue conducido, cerca de las 03:30 horas al Instituto Médico Legal, en Santiago.
Bravo se tituló de actor en la Universidad Católica, donde en la actualidad se desempeñaba como docente de la cátedra de Movimiento y Actuación e impartió clases en la Academia de Arte y Cultura, el Taller 666, y la Escuela de Comunicación Escénica del DUOC.
Entre sus más recientes incursiones en las tablas destacó la reposición con el elenco original (junto a Roberto Poblete y Mauricio Pesutic, dirigidos por Claudio Di Girólamo) de la obra "Los payasos de la esperanza", participando en el estreno de 1977 y el reestreno del año pasado. También destacó en "Los bufones de Shakespeare" y como el protagonista de "Muerte accidental de un anarquista", otro trabajo presentado el año pasado, por el que ganó el premio Altazor al mejor actor teatral.
El actor es recordado, entre otras, por su participación en las series humorísticas Medio Mundo y "Los Cárcamo" de Canal 13, Jaguar yu? de Televisión Nacional y las teleseries Amame, "La torre 10", "Fuera de Control", "Sabor a ti" y "Piel canela", actualmente en pantalla y en la que también era uno de los delegados de los actores en las conversaciones con las autoridades del área dramática. Uno de sus trabajos televisivos más recordados era como uno de los dos "Fisicoculturistas", dúo cómico que interpretaba junto a Patricio Torres.
Bravo también participó en varias cintas, entre las que destacan "Consuelo", "No tan lejos de Andrómeda" y "Johnny cien pesos", donde fue uno de los delincuentes que intentan el asalto que inicia la historia. También formó parte del elenco de la película "El fotógrafo", de Sebastián Alarcón, que se estrenará el próximo año.
Dentro de su vasta experiencia actoral se cuentan obras como "Almas perdidas", "La vida es sueño", "El burgués gentilhombre", "El pastor lobo", "El burlador de Sevilla", "Lomas del paraíso" y "La visita de la vieja dama", todas ellas montadas en el Teatro de la Universidad Católica. Bravo estuvo además en obras como "Su excelencia el embajador", "La maratón", "Sopa de machos" y "Con el bolero en la piel".
Los antecedentes de este caso quedaron en manos del Tercer Juzgado del Crimen de Puente Alto.
Reacciones
Desde temprano los matinales televisivos se encargaron de recordar con imágenes al fallecido actor, recogiendo reacciones entre miembros del ambiente teatral y televisivo. Sus colegas sólo tuvieron elogios al momento de recordarlo. En declaraciones a La mañana del 13 de canal 13, Cristián Campos señaló que estamos hablando de alguien que nos dio clases a todos de cómo mantenernos con humor en las buenas y en las malas. Incluso hablar de él en pasado me resulta espeluznante.
Como Un compañero intachable, siempre lleno de risa lo definió en el mismo programa la actriz Gabriela Medina, mientras Tomás Vidiella lo recordó como intrínsecamente gracioso y genial, ingenioso, agregando que tenía una modestia bastante grande en cuanto a su talento.
Cristián Mason, el director de Piel canela, la última teleserie en la que trabajó el fallecido actor y cuyas grabaciones finalizaron la semana pasada, recordó que Bravo le dijo al terminar su participación que los trabajos hechos con cariño son los mejores, en relación al bajo rating que marcó la telenovela.
Por su parte, en conversación con Por la Mañana en Cooperativa el actor Aldo Parodi dijo que el mundo artístico "lo recordará por su humor y por su forma de relacionarse con sus colegas y con sus vecinos, para quienes era una persona extremadamente amable y apreciable".
En el mismo programa, Patricio Torres, que compartió con Bravo fundamentalmente en los estudios de televisión, afirmó que "es una gran pérdida para el teatro y todo lo que se ha dicho de él es poco para destacar su trayectoria".
Agregó que Rodolfo Bravo era un actor nítido que encarnaba a personajes trágicos y cómicos que además enseñaba a quienes lo rodeaban. Parodi corroboró lo anterior, manifestando que el fallecido artista fue un 'actorazo', que siempre irradiaba gran alegría y humor.