Bill Cunningham, legendario fotógrafo y retratista de la moda de la moda de Manhattan durante cuatro décadas, falleció a los 87 años edad, confirmó este sábado el diario New York Times, donde publicó su trabajo durante casi 40 años.
Cunningham había sido hospitalizado hace una semana tras sufrir un paro cardíaco.
Su columna fotográfica de moda neoyorquina, captada en las calles de Manhattan, se publicó en la edición dominical de estilo del New York Times desde 1978 y se convirtió rápidamente en una de las más buscadas por los lectores.
Cunningham identificaba cada semana las tendencias de moda de la ciudad y sus retratos se centraban especialmente en los personajes extravagantes y pocos discretos.
Ataviado con una pequeña cámara de mano, y siempre en bicicleta, se erigió en una figura emblemática del mundo de la moda, fotografiando tanto las grandes estrellas consolidadas como a las mujeres y hombres anónimos que anticipaban desde las calles los futuros patrones de estilo y vestimenta.
La directora de Vogue, Anne Wintour, señalaba que "todas nos vestimos para Bill".
En 2008, el gobierno francés le galardonó con la "Legión de Honor", y en 2009 fue nombrado un "hito viviente" de Nueva York por la ciudad.
Paradójicamente, Cunningham era conocido por su humildad y austeridad. Vivía en un pequeño apartamento repleto de negativos de sus trabajos, y siempre desayunaba en la misma cafetería debajo de su casa.
"El dinero es lo más barato que existe. Lo más caro es la libertad", solía decir.
En 2010, el documental sobre su vida "Bill Cunningham New York" fue estrenado en el Museo de Arte Moderno de la ciudad.
"Los poderosos y ricos del mundo de la moda buscaban su compañía, pero él se mantuvo como uno de las personas más encantadoras, amables y humildes que haya conocido. Hemos perdido a una leyenda, y yo estoy personalmente desgarrado por haber perdido a un amigo", afirmó Arthur Ochs Sulzberger Jr., editor del Times en el obituario.
Cunningham había nacido en 1929 en Boston, en el seno de una familia de origen irlandés, y antes del New York Times trabajó para el Chicago Tribune y el Daily News.