Polémica biografía de Günter Grass salió a la venta en Alemania
La editorial adelantó en 15 días el lanzamiento del texto, tras el revuelo mediático producido por la vinculación del Nobel de Literatura a las fuerzas nazis.
La editorial adelantó en 15 días el lanzamiento del texto, tras el revuelo mediático producido por la vinculación del Nobel de Literatura a las fuerzas nazis.
La editorial de Günter Grass lanzó a la venta de la autobiografía del escritor alemán, 15 días antes de lo previsto y ante el revuelo mediático desatado por su confesión de que estuvo en las Waffen-SS.
"Beim Haeuten der Zwiebel" (que según fuentes del entorno editorial se titulará en español "Pelando la cebolla"), el libro del que toda Alemania habla desde la semana pasada, está así ya a disposición de los lectores alemanes.
La edición es de 150.000 ejemplares -ni más ni menos que los previstos, según aclaró la editorial Steidl- y con ella el capítulo en que el premio Nobel de Literatura y Príncipe de Asturias de las Letras 1999 cuenta su paso por las Waffen-SS, cuerpo de elite y brazo de combate de las SS (Schutzstaffel, la unidad paramilitar del partido nazi).
Se cumple así el deseo de Grass de que el lector pueda juzgar por sí mismo lo que ocupa unas pocas páginas de las 480 -incluidas ilustraciones- del libro.
En el capítulo "Wie ich das Fürchten lernte" (literalmente, "Cómo aprendí el miedo"), Grass cuenta cómo llegó en tren a Dresde, donde le comunicaron que se formaría en la división acorazada Frundsberg, de las Waffen-SS, y no en un submarino, como él había querido.
"La doble runa (SS) en los uniformes no me pareció chocante", escribe, para explicar: "Lo que en mi juventud acepté con orgullo estúpido, quise ocultarlo después de la guerra por una vergüenza que nació después".
Grass indica que entonces veía a las Waffen-SS como "un cuerpo de elite" e ignoraba sus atroces crímenes de guerra.
Aunque él no participó en esos crímenes, "está claro que con esto tendré que vivir el resto de mis días", añade Grass respecto al hecho se haber servido en ese cuerpo militar.
Tras la Segunda Guerra Mundial, cuando vio las fotos y filmaciones de "las montañas de cadáveres y los hornos" de los campos de concentración creyó que se trataba de propaganda estadounidense, convencido de que "los alemanes no hacen eso".
Grass indicó que llegó a las Waffen-SS con 17 años, donde estuvo unos meses y no llegó a disparar un solo tiro.
Los historiadores pugnan por dirimir si es imperdonable tal confesión tardía y todo ha cuadrado para convertir el libro en el lanzamiento editorial del año.
Algo que parece dar la razón a la presidenta del Consejo Central de los Judíos de Alemania, Charlotte Knobloch, que ve en todo el asunto una campaña publicitaria.
Lo chocante del caso es que, en rigor, ni siquiera se trataría de una revelación ya que Der Spiegel encontró dos documentos de 1945 y 1946 en los que consta que el joven Grass declaró, como prisionero de guerra de EE.UU., haber sido soldado de la división Frundsberg.
Grass salió del campamento de prisioneros en abril de 1946, tras 134 días de trabajo y con un sueldo de 107,2 dólares.
Los documentos con esas declaraciones no estaban ocultos, sino que se conservan en la Oficina de Información del Ejército alemán, en Berlín, abierta a quien quiera consultarle.
Su responsable, Peter Gerhardt, explicó a la agencia DPA que la única petición de consulta se recibió, 13 años atrás, por parte de un fondo de pensiones que quería comprobar unos datos. (EFE)