Tópicos: Cultura | Literatura

Héctor Velis-Meza lanzará libro sobre "chilenismos"

Publicado:
Autor: Cooperativa.cl

El libro se publicará la próxima semana.

Contiene historias de las frases que se utilizan en el país.

contenido de servicio
Llévatelo:

La próxima semana verá la luz un texto del periodista Héctor Velis-Meza, en el que cuenta los orígenes de modismos que se utilizan en Chile.

El libro "Chilenismos con historia" pone el acento en algunas preguntas como:

  • ¿Por qué a los chilenos los reconocen fuera del país porque responden con la palabra altiro cuando les piden algo y en vez de sí dicen ya?
  • ¿De dónde vienen las expresiones irse a la coche e'guaga, mojarse el potito, parar la olla, dar cancha, tiro y lado, mesa del pellejo, pagar en género y pago de Chile?
  • ¿Es verdad que los verbos lorear, sapear y copetear fueron aceptados en el Diccionario de la Lengua Española? ¿Existió alguna vez un carabinero llamado Francisco al que le decían Paco?

A juicio de su autor, las voces que aparecen en esta obra son las que más despiertan la curiosidad de la gente. "Son vocablos, frases y modismos de uso diario que, de tanto emplearse en las conversaciones diarias, nadie recuerda su origen o en qué circunstancias empezaron a utilizarse. La idea que está presente en este trabajo es la de definir, explicar, precisar pero sobre todo el de descubrir y contar la génesis de la mayoría de ellas", dijo.

"Un chilenismo -explica el profesional de Radio Cooperativa- es un vocablo, un giro idiomático o un modo de hablar propio de los chilenos. La edición del año 2001 del Diccionario de la Lengua Española registra aproximadamente 1.800 voces que se usan habitualmente en Chile. Por ejemplo, entre las palabras incorporadas al léxico aparecen, entre otras, condoro, aperrar, chorear, churrín, mariconera, piñufla y calilla".

"También figura el adverbio de tiempo altiro, que es un vocablo característico del habla nacional y que sirve para que en el extranjero se identifique de inmediato a los chilenos", agrega.

El periodista recalca que, además de manejar los términos del lenguaje coloquial, la gente también ha sabido utilizarlas en el debido contexto.

"En las relaciones diarias existen niveles de comunicación que, por lo general, se respetan. Por ejemplo, en el nivel formal no es apropiado emplear el verbo lorear, en vez de observar o el sustantivo gallada por grupo de personas", indicó.

LEER ARTICULO COMPLETO

Suscríbete a nuestro newsletter