Los servicios secretos del Reino Unido investigaron durante 20 años a la escritora británica Doris Lessing, premio Nobel de Literatura en 2007, por su "anticolonialismo" y su "afinidad comunista", según revelan documentos desclasificados este viernes.
El MI5, el servicio de contraespionaje que actúa en el territorio del Reino Unido, con la ayuda de la Policía Metropolitana de Londres (MET), escuchó conversaciones telefónicas, leyó el correo y vigiló a Lessing entre comienzos de la década de 1940 hasta más allá de 1956.
La novelista británica, fallecida en 2013, junto a sus amigos, conocidos y socios, fue investigada por su "fuerte oposición al colonialismo" desde 1940, cuando contrajo matrimonio en Rodesia del Sur -hoy Zimbabue- con Gottfried Lessing, activista comunista y líder del "Left Book Club", una suerte de club del libro dedicado a literatura izquierdista.
"Su afinidad comunista llega hasta casi el fanatismo debido a su infancia en Rodesia. Eso le ha generado un odio profundo a la segregación racial", dice un informe del MI6, el servicio de espionaje exterior, de 1952, tres años después de que Lessing se instalara en Londres.
"El colonialismo se ha convertido en su tema favorito. Es irresponsable en sus declaraciones, y ha llegado a decir que todo lo que es negro es maravilloso y que los hombres y las cosas blancas son despiadados", señala el documento.
"Fines inmorales"
En 1956, el MI5 informó de que el nuevo domicilio de la novelista, situado en la calle Warwick, en el centro de la capital británica, "podría estar siendo usado para fines inmorales".
"Su casa es visitada con frecuencia por personas de diferentes nacionalidades: estadounidenses, indios, chinos y negros. Es muy posible que esté siendo utilizada con fines inmorales", dijo.
En los primeros meses del siguiente año, Lessing, una mujer "atractiva, convincente, peligrosa e implacable", según el MI5, criticó con dureza la actitud "cobarde" del Partido Comunista británico tras el aplastamiento soviético de la Revolución húngara (23 de octubre-10 de noviembre de 1956).
Tras abandonar el partido, un documento fechado en noviembre de 1962, el último de los desclasificados , rezaba que la novelista "mantenía todavía opiniones políticas de extrema izquierda" y que había comenzado "a interesarse por temas africanos, ya que era una persona reconocida por su oposición a la discriminación racial".