¿Por qué aplaudimos?
El periodista Héctor Vélis-Meza explica en su blog la razón para hacer este movimiento.
El periodista Héctor Vélis-Meza explica en su blog la razón para hacer este movimiento.
Palmotear las manos en señal de aprobación o entusiasmo satisface la impulsiva necesidad humana de manifestar una opinión positiva, cuando en un grupo numeroso de personas no se la puede expresar verbalmente y cara a cara. Los griegos y romanos de la Antigüedad ya exteriorizaban su aquiescencia a los espectáculos masivos ovacionando y aplaudiendo simultáneamente. Esta categórica demostración de entusiasmo, según los estudiosos del comportamiento humano, posiblemente pueda derivar de otro gesto de beneplácito y felicitación: el de golpear con afecto y cordialidad la espalda de una persona, con la palma de la mano abierta, para expresarle adhesión, congratulación y cariño.
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