El próximo 19 de agosto el Cirque du Soleil regresará a Chile para estrenar un nuevo espectáculo, pero a un mes de su debut en el país, "Corteo" ya ha logrado captar la atención del público, viéndose en la obligación de extender las funciones que tenía programadas.
Para que cada presentación pueda llevarse a cabo hay mucha gente que trabaja tras bambalinas con roles específicos. Siendo este show uno de los más ambiciosos de la compañía canadiense, son múltiples los aspectos que se están cuidando en "la previa" al momento en que la gente llegue a disfrutar a la gran carpa.
Una de las grandes responsabilidades es la que tiene Ellen Flatters. Ella es la jefa de vestuario desde diciembre de 2013, aunque se encuentra con el equipo que lleva a "Corteo" a distintas ciudades desde hace tres años, pasando por distintos puestos.
Para Flatters, se trata de "una vida bastante emocionante, porque es ser parte de una comunidad que se mueve de ciudad en ciudad".
"Me encanta. Pero hay que decir que es definitivamente un estilo de vida diferente al que tendrías estando en casa, con un trabajo entre las nueve de la mañana y las cinco de la tarde. Todo lo que tiene que ver con el circo está en tu sangre, en el caso de que quieras hacer algo así", explica.
En una función el colectivo circense puede llegar a ocupar alrededor de 250 prendas, a lo que se suman 250 zapatos e incluso más.
"'Corteo' es muy natural, muy real, en su diseño, pero particularmente en la creación del vestuario. Se utilizan materiales como algodones, linos, sedas y terciopelo, para dar un estilo que es más suelto. Por eso, tampoco se usa mucha lycra. Es lo mismo que pasa con el maquillaje, es muy natural", comenta Flatters.
Tareas puntuales
Hay tres personas que viajan constantemente con el espectáculo en el departamento de vestuario, Flatters -que entrega las directrices- junto a otras tres mujeres que se preocupan una del maquillaje, otra de los trajes y la última de los zapatos.
A ellas se suman cuatro individuos locales que se contratan en todos los países. Dos que ayudan con tareas como el planchado y dos en el lavado de los vestidos.
La organización es clave, por eso "en las noches hacemos todo el lavado y en las mañanas el planchado, y durante este proceso es que examinamos si falta algún detalle que necesite mantenimiento", señala.
"Se pierden algunos botones o hay algunas rasgaduras. Pero también hay ocasiones en que algunas cosas necesitan el reemplazo de las mangas o pedazos más grandes de los trajes; o simplemente tenemos que cambiarlo por completo", cuenta Flatters.
Pero para atender tales emergencias, "tenemos una gran cantidad de prendas que viajan con nosotros y podemos escoger de ahí, gracias a eso tenemos la posibilidad de sacar la vestimenta que ya no sirve o no está en condiciones adecuadas para el escenario".
Gigantesca maquinaria
Por su parte, Simon Clark es el jefe de automatización en "Corteo". Aquí la tecnología se pone al servicio de la magia en el escenario, sobre todo porque es uno de los espectáculos más ambiciosos de Cirque Du Soleil, y por ello el rol de Clark es clave en el despliegue de la ensoñación en la que están sumidos los personajes.
"Estoy a cargo de todo lo motorizado que sucede en el show, ya que este tiene bastante maquinaria, lo que se traduce en el vuelo de algunos artistas o el movimiento de partes del escenario. Me encargo de todo eso durante la presentación, preocupándome de que todo funcione sin problemas y con seguridad", cuenta Clark.
"Cuando nos movemos de una a otra ciudad, soy el responsable de guardar todos estos equipos en el camión y montarlos en el siguiente destino. Así que cuando llegue a Chile voy a contratar a 10 personas y construiremos toda esta estructura", adelanta.
Para mover el equipo de "Corteo" se utilizan cerca de 90 camiones, uno de ellos es el del equipo de Clark, "un container lleno con todos los motores y cables".
Debido a las actuaciones en altura, la vida de los acróbatas por momentos está en las manos de Clark, de ahí que la seguridad sea una de las claves primordiales en su rutina diaria.
"Al comienzo de cada día hacemos chequeos especiales probando todas las máquinas, para ver el estado de todo. Cada semana hacemos una revisión bajo y sobre el escenario. Y, claro, también están las inspecciones anuales y bianuales, en las que algunas veces el equipo especializado es enviado de vuelta a Canadá para que sea revisado por los fabricantes de manera apropiada", indica
El desafío
Como ingeniero, eléctrico Simon Clark reconoce que hay un número que destaca por sobre los demás, en términos de las complicaciones que reporta para que quienes controlan todo el equipamiento con el que interactúan los actores y acróbatas: el de los candelabros, que abre "Corteo".
"El acto en sí no es tan complicado como la transición al siguiente número. Ponemos a volar estos candelabros gigantescos donde bailan las chicas, pero cuando salen del escenario y tenemos que preparar lo que sigue, es cuando todo se dificulta", apunta.
En ese momento "la música está muy fuerte, estamos hablando por los intercomunicadores, coordinando el apilamiento de todo el equipo, y conectando lo otro. Todo tiene que hacerse en un espacio de tiempo preciso, todos los puntos tienen que conectarse en el lugar adecuado, de lo contrario tenemos que detener el show, y con toda la gran cantidad de gente mirando, no queremos hacer eso, tenemos que tener puesto el ojo en el juego", explica.
Las entradas para ver "Corteo" de Cirque du Soleil están disponibles a través del sistema Ticketek, con valores desde los 30.000 pesos, y han tenido tal éxito que el espectáculo ha extendido su presencia en Chile, agregando nuevas funciones.