Columna de Aldo Schiappacasse: Ecuador, el rival que atemoriza por la raza
Revisa la opinión del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
Revisa la opinión del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
La revolución futbolística del Ecuador comenzó cuando los jugadores de Esmeraldas tomaron el control de la selección. Zona costera donde a finales de la colonia española naufragó un navío repleto de esclavos, aporta el tres por ciento de la población del país, pero 90 de los 336 jugadores profesionales provienen de las ciudades de Esmeraldas, Imbabura o San Lorenzo.
En el último mundial 10 de los 26 de los jugadores provenían de Esmeraldas, desplazando absolutamente a Guayaquil y Quito como zonas proveedoras. A los estudiosos del fenómeno les gusta agregar los jugadores del vecino Valle del Chota, de clima muy seco y de tradición esclava durante la dominación española, que conforman una mayoría absoluta a la hora de hablar de fútbol.
Es imposible hablar de la selección de Ecuador sin hablar de razas. En un país donde solo 7 por ciento de la población es descendiente de africanos, el equipo nacional de Ecuador está compuesto por casi un 80 por ciento de jugadores negros. Y Esmeraldas es una de las pocas provincias predominantemente negras. En contraste, la capital Quito, compuesta mayormente por mestizos y con una población de 2.7 millones de habitantes, tiene apenas a un convocado para el decisivo partido contra Chile.
No sólo el factor genético explica el fenómeno. "Tienen músculos hasta en las uñas", dijo alguna vez Omar Estupiñán, el presidente de la Federación de Fútbol de Esmeraldas. "Pero también tiene mucha hambre". A pesar de ser el hogar de un importante puerto y de una refinería, el 78 por ciento de la población de Esmeraldas vive por debajo del nivel de pobreza, lo que es una cifra alta incluso para un país azotado por el fenómeno.
Los ecuatorianos jamás fueron potencia sudamericana, pero han clasificado a los mundiales del 2002, 2006 y 2014. Esta vez iniciaron su participación ganando los primeros 12 puntos en disputa, pero luego se desinflaron. La base de la selección, otra vez, la hacían los esmeraldeños hasta que su nuevo técnico, Jorge Célico, decidió hacer una renovación. De los 30 nominados hay 10 esmeraldeños, si no se considera a su principal figura, Antonio Valencia, que nació en el Amazonas de padres esmeraldeños. Aimar, Arboleda, Cifuente, Cortez, Ibarra, Orejuela, Ortiz, Preciado, Enner Valencia y Velasco mantienen la reciente tradición.
Apenas hay ocho guayaquileños. La sangre de los esclavos sigue siendo predominante.