La columna de Rodrigo Goldberg: Las sombras del Niño Maravilla
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Por Rodrigo Goldberg, @polaco_goldberg
Si hay un jugador en Chile que ha tenido una carrera maravillosa es Alexis Sánchez. A nivel de clubes y selección el tocopillano ha paseado su nombre y talento por todo el mundo. ¿Su sello? El desparpajo y la rebeldía, que combinan el fútbol de barrio con una ambición y profesionalismo a toda prueba.
Dicho esto salta la pregunta obvia. ¿Qué diablos le pasa a Alexis Sánchez? Algunas lesiones, un bajo rendimiento que trae desde su último período en Arsenal, dan una imagen preocupante. En la selección la cosa no mejora mucho. Lejos del arco, impreciso y especialmente frustrado cuando las cosas no caminan como él sabe que debieran.
Quizás este último punto arroja ciertas luces. La frustración, o escaso manejo de esta, han nublado la mente del chileno, quien se debate entre su memoria exitosa y su realidad actual. La mente del futbolista de elite tiene registros altos y normalmente los usa como parámetro de éxito. Cuando los logras, o incluso superas, mentalmente apruebas el camino recorrido. Cuando no se logra buscas en las capas más básicas lo que otorga seguridad, que es básicamente jugar para no perder. Alexis transita en un limbo entre estas dos realidades. Insiste en su método aun cuando en Manchester está comprobado que no resulta. Y una de las razones podría estar en otro elemento fundamental que es el Manchester United en sí.
Y aclaremos desde el inicio. La culpa no es de Mourinho que le ha dado varias chances. El problema con este equipo en particular es que el técnico portugués no arma el equipo pensando en rodear a su jugador estrella como sí lo hacía Arsene Wenger. En los gunners siempre existió la voluntad del técnico francés de proteger al chileno. Tanto cuando jugaba como volante como cuando jugó de 9, Wenger disponía de muchos jugadores de apoyo. Özil, Xhaka y Ramsey por la zona central, Koscielny y Bellerín por las bandas trabajaban para llegar a su jugador más importante.
En el United la cosa cambia radicalmente. La estructura del equipo no se arma en torno al individuo. Tal como Alexis hay otros futbolistas como Lukaku, Fellaini y Pogba que rápidamente roban el protagonismo apenas tienen la oportunidad y no esperan a nadie.
Si a eso le sumamos el mal momento colectivo que viven los red devils tenemos un escenario muy delicado para un jugador que no da visos de mejora. Mourinho ya tomó la decisión de sacar a Alexis de la oncena titular y es el futbolista el encargado de buscar una nueva oportunidad.
Su aspecto emocional, el cual él mismo hizo público, pareciera estar a la par del futbolístico. Se sabe más de él en redes sociales y comerciales que en conferencias de prensa. Como nunca parece desenfocado, ido. No atina siquiera a recoger la ayuda que le prestan, como cuando Rueda no lo nómino para la fecha FIFA (Japón y Corea) arguyendo que los largos traslados perjudicarían su momento en Inglaterra y que era preferible que se mantuviera en la isla. ¿Cómo respondió Alexis? Se vino a Chile, contradiciendo a todos y dejando perplejo el técnico colombiano.
Creo que Alexis nunca había pasado un momento así y está exclusivamente en él volver a ser el jugador descollante, inteligente y astuto que admiramos. Aún está a tiempo.