Un emocionante Gran Premio de Formula 1 de Bahrein se espera para este domingo 21, con una decena de candidatos a la victoria, entre ellos el alemán Sebastian Vettel (Red Bull) y otros cuatro campeones del mundo, en una cita que tendrá de fondo las protestas de la oposición contra el régimen bahreiní.
"No veo por qué este Gran Premio no sería un éxito", dijo el director de la Fórmula 1 Bernie Ecclestone el pasado domingo en el GP de China.
En 2011, el GP de este pequeño emirato del Golfo tuvo que ser anulado, en medio del movimiento de protesta de la oposición chiita contra el régimen sunita. En 2012 se celebró y ganó Vettel, en el circuito de Sakhir, protegido a distancia por miles de soldados.
La edición 2013 del GP permitirá tal vez a Lewis Hamilton (Mercedes) o a Jenson Button (McLaren) abrir su cuenta de victorias en esta temporada, después de las cosechadas por Kimi Räikkönen (Lotus) en Australia, Vettel en Malasia y Fernando Alonso (Ferrari) en China.
También permitirá al australiano Mark Webber (Red Bull), de 36 años y veterano de la competición, tomar su 200ª salida en F1. Sin embargo, perderá tres puestos en la parrilla de salida, penalizado por un choque en China con la Toro Rosso del francés Jean-Eric Vergne.
El que parece en mejor forma es Kimi Räikkönen, segundo el año pasado en Sakhir.
El finlandés ya ha subido al podio en dos ocasiones esta temporada, al igual que el español Alonso, y no parece muy preocupado por sus neumáticos.
"No entiendo por qué todo el mundo se queja", declaró antes del GP de Bahréin.
Con todo, Pirelli ha decidido llevar a Sakhir los neumáticos más duros, lo que debería evitar el triste espectáculo de los pilotos que se paran al cabo de tres vueltas con las ruedas reventadas.
La situación política
Lo más tenso será la situación política, imprevisible sobre el terreno y en especial en los pueblos chiitas situados alrededor de la capital Manama. Los partidos de la oposición han convocado una gran manifestación el viernes, día de los ensayos libres.
Prueba de la tensión reinante, el martes por la noche, jóvenes manifestantes salieron a las calles en los pueblos chiitas coreando el eslógan "No a la Fórmula de sangre", en alusión al GP del domingo.
Desde comienzos de abril, las fuerzas de seguridad han detenido a 98 personas, y la represión se ha cobrado 29 heridos entre los manifestantes, según Al Wefaq, el principal grupo chiita de oposición a la dinastía sunita de los Al Jalifa.
Las autoridades afirmaron el domingo que están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad del Gran Premio.