La columna de Manfred Schwager: A merced del Rey
El periodista de Al Aire Libre en Cooperativa comenta sobre LeBron James y sus desafíos en la NBA.
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Por Manfred Schwager, @mschwagerv
No importa que las finales se jugaran hace un mes, ni lo cercano del draft, ni que recién se haya entregado los premios de la temporada. Puede ser que la competencia parta en octubre, pero realmente el nuevo año de la NBA comienza la medianoche del 1 de julio, cuando los equipos están autorizados a negociar con los jugadores que les interesa fichar.
Dentro del sistema contractual de la NBA, en este tema se considera a cuatro tipos de jugadores: los agentes libres restringidos, que acaban de finalizar su primer contrato en la liga y donde su último equipo puede igualar cualquier oferta que el jugador reciba; los agentes libres, que llevan más años en la liga y cuyo contrato ya expiró; los que están sujetos a la “opción del equipo”, donde cada franquicia decide si toma o no el último año del contrato vigente; y aquellos que poseen una “opción de jugador”, es decir, donde es el propio jugador quien toma esa decisión, para quedarse o convertirse en agente libre sin restricciones.
LeBron James es uno de los que se encuentra en la última categoría, lo que le entrega gran poder de negociación para decidir su futuro. Algo de lo que King ya ha hecho gala, primero con el especial televisivo “The Decision” de 2010 cuando llevó sus talentos a Miami, y luego con una entrevista en Sports Illustrated en 2014 anticipando el retorno a Cleveland. En ambas ocasiones, James se tomó su tiempo para anunciar cuál sería su paso siguiente, manteniendo en vilo a toda la liga.
Power in #PhantomCam#AllForOne pic.twitter.com/tXIHjCkVc1
— NBA (@NBA) 10 de abril de 2018
Algo que debiera repetirse en las próximas semanas, considerando la situación económica de los interesados y la temporada que el alero vivió con los Cavaliers. En este mercado, James podía: optar por cumplir el contrato con su actual equipo, respetar el monto del contrato exigiendo que lo traspasen (donde se debe negociar teniendo en cuenta los márgenes del límite salarial y lo que Cleveland pueda exigir a cambio), o bien tomar su opción y negociar directamente con quien quiera.
Ya sabemos que LeBron escogió el último camino, por lo que en este momento sólo tres equipos tienen margen salarial para pagarle lo que un jugador de su nivel podría exigir: los Lakers, Philadelphia y justamente Cleveland. Otros interesados, como Houston y Miami, necesitan una ayuda del jugador para equilibrar sus finanzas y hacerle espacio, sea cobrando menos o utilizando la fórmula del "sign-and-trade": firmar un nuevo contrato con los Cavs para luego ser traspasado donde él desee.
La decisión que tome James tendrá repercusiones en una liga donde cualquier negociación puede caerse al último instante. Contar con él es un gran argumento para atraer más jugadores a tu equipo y pelear por el título de inmediato, por lo que hay franquicias que están atrapadas entre esperar al alero o asegurar de inmediato a otras figuras.
Así, en un mercado donde puedes buscar a Kevin Durant, Paul George, Chris Paul, DeMarcus Cousins, DeAndre Jordan y Clint Capela, de igual forma todos están pendientes al efecto dominó de lo que decida LeBron.