El lleno completo que registró el legendario Madison Square Garden de Nueva York, en su mayoría de espectadores boricuas, no fue en vano porque su compatriota Miguel Cotto protagonizó junto con el estadounidense Zab Judah uno de los combate más espectaculares del año, para defender con éxito el título mundial peso welter de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB)
Los estadounidenses Oscar De La Hoya y Floyd Mayweather batieron en su duelo marcas de taquilla e ingresos en la historia del pugilismo, pero Cotto y Judah dieron toda una exhibición de lo que es el boxeo de la vieja escuela de salir al cuadrilátero para decidir la pelea por nocáut.
Eso fue lo que sucedió en el undécimo asalto cuando el boricua mandó a la lona al norteamericano con un derechazo brutal y un golpe de abajo arriba con la zurda que no tuvieron respuesta. Aunque su rival se levantó, fue para recibir un castigo más duro antes de que el árbitro parase la pelea y decretase el nocáut técnico.
Cotto consiguió uno de los triunfos más importantes y más duros de su carrera profesional, sigue invicto después de 30 peleas como profesional y mantiene la corona del peso welter, versión AMB.
La espectacular victoria ante 20.658 espectadores que repletaron el reducto neoyorquino le abrió al puertorriqueño las puertas de una pelea súper millonaria frente a Mayweather, el también campeón invicto que se impuso a De La Hoya.
Además, los seguidores de Cotto hicieron recordar viejos tiempos que se vivieron en el Madison Square Garden con la figura del ex monarca del mundo Félix "Tito" Trinidad.
El campeón hizo una pelea de gran valentía, inteligente en los momentos decisivos, aguantó golpes durísimos y al final impuso la ley de la potencia de sus puños.
"Siempre dije que iba a ser una pelea muy complicada y dura", declaró después de haber conseguido el triunfo y retener por segunda vez el título. "Me castigó con muy buenos golpes, pero mi preparación fue perfecta y estaba listo para superar asalto por asalto".
"Lo único que puedo decir es que he demostrado que estoy listo para enfrentarme a cualquier rival", destacó Cotto. "Ahora serán los grandes campeones lo que tendrán que saber que les espero".
Por su parte, la única queja de Judah en las acciones de su rival fueron los golpes bajos que recibió en el primero y tercer asalto y que obligaron al árbitro Arthur Mercante Jr. a parar la pelea varios minutos para que se recuperase el ex monarca estadounidense.
"La verdad es que los golpes bajos me afectaron, aunque no quiero ponerlos de disculpa y lo que deseo es que Cotto me dé la revancha en Puerto Rico", señaló Judah.
El boricua quiso dejar claro que los golpes habían sido accidentales y sin mala intención, mientras que el norteamericano había sido amonestado por el árbitro después que golpeó al campeón durante un "break" en el cuarto round, que le costó un corte sobre la parte superior del ojo derecho. (EFE)