Sven Goran Eriksson, seleccionador de Inglaterra, afirmó tras el empate a dos goles con Austria en el primer partido de las clasificatorias europeas para el Mundial de 2006, que "jamás" ha pensado en dimitir.
Blanco de duros cuestionamientos por parte de la prensa británica, tras el fracaso en la Eurocopa 2004 y el pálido empate en Viena, Eriksson reiteró su deseo de seguir al mando del conjunto inglés.
"Jamás he pensado en dimitir", comentó el técnico sueco. "Lo único que me impulsaría a dejar mi puesto sería que Inglaterra no obtuviera la clasificación para el Mundial. Sólo en esa circunstancia renunciaría", añadió.
Aunque no faltaron las críticas para una selección inglesa que se dejó empatar un partido en los últimos veinte minutos después de ir ganando por 2-0, Erikson afirmó que seguiría "manteniendo en su puesto" al portero David James.
No obstante, el entrenador de los ingleses se declaró preocupado por "la incapacidad de sus jugadores de mantener un marcador favorable", como fue el caso del partido del sábado o de los partidos de la Eurocopa frente a Francia y Portugal.
"Debemos tener muy presente esta circunstancia en nuestro próximo partido contra Polonia, porque es algo que se ha repetido en exceso en los últimos tiempos. Tenemos que evitar que nos metan goles
tontos", concluyó Sven Goran Eriksson. (EFE)