El gobierno brasileño determinó que miembros de las Fuerzas Armadas reforzarán la seguridad de las 32 selecciones que disputarán el Mundial 2014, luego de que el pasado lunes, un grupo de manifestantes bloqueara el paso del autobús del conjunto anfitrión a su campo de entrenamiento en Teresópolis.
Los militares auxiliarán a la policía en la vigilancia de los sitios en que se concentrarán las selecciones, como hoteles, aeropuertos y campos de entrenamiento, así como en los diferentes desplazamientos que tengan que hacer por las 12 sedes del Mundial que comienza en 14 días, informaron fuentes oficiales.
Asimismo, los ministerios de Defensa y de Justicia aclararon a través de un comunicado que el refuerzo militar dependerá de que sea aceptado por las autoridades regionales de seguridad en cada una de las sedes.
"En consonancia con el plan de seguridad para el Mundial, el Gobierno federal puso a disposición de las autoridades en las diferentes sedes efectivos complementarios de las Fuerzas Armadas para reforzar áreas de interés operacional, desde que los gobiernos regionales estén de acuerdo", señaló el.
Según versiones de prensa, la decisión de reforzar con militares la seguridad de las selecciones, que inicialmente era una atribución de la policía, fue de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, tras el incidente vivido el lunes con la selección local.
Esa vez, el equipo de Luiz Felipe Scolari se atrasó casi dos horas en llegar a la Granja Comary, debido a que un grupo de profesores en huelga bloqueó el paso del autobús que recogió a los jugadores en el aeropuerto internacional de Río de Janeiro.
El plan de seguridad prevé la movilización de 100 mil efectivos de la policía y 57 mil soldados de las tres Fuerzas Armadas, que serán coordinados por los ministerios de Justicia y Defensa.