El seis veces campeón del Tour de Francia tomó con angustia las pesquisas sobre su supuesto dopaje, pero se mostró abierto a colaborar.
El ciclista estadounidense Lance Armstrong, seis veces campeón del Tour de Francia, se mostró "decepcionado" tras la apertura de una investigación por parte de la Justicia francesa por sospechas de dopaje, aunque reiteró que no tiene nada que ocultar.
"Estoy decepcionado por la decisión del juez de abrir una investigación sin haberme escuchado. Estaré disponible en todo momento para reunirme con los encargados del caso", indicó Armstrong en un comunicado.
Además, el pedalero norteamericano, instó a la fiscalía de Annecy, dirigida por el juez Philippe Drouet, a "detallar el historial" de sus controles antidopaje. "He pasado 22 más que el año pasado", precisó el texano.
Lance Armstrong, que señaló que no tiene miedo de ir a territorio francés y que correrá la prueba París-Niza en marzo, negó una vez más haber tomado cualquier sustancia prohibida.
Philippe Drouet inició pesquisas en el entorno del corredor por sospechas de dopaje, tras las informaciones recabadas por la policía parisina de la brigada de estupefacientes en julio de 2004, durante el Tour de Francia.
Entre las personas interrogadas figuran la ex masajista del ciclista estadounidense, Emma O'Reilly, que confirmó las declaraciones publicadas el libro "L.A. confidencial, los secretos de Lance Armstrong", donde lo acusaba de dopaje. (Agencias)
