El almanaque mundialero de Aldo: El suizo con la autoestima herida
Revisa el anecdotario que prepara el comentarista de Al Aire Libre con motivo de la Copa del Mundo.
Revisa el anecdotario que prepara el comentarista de Al Aire Libre con motivo de la Copa del Mundo.
Blerim Dzemaili, como el resto de sus compañeros, celebró alborozado el empate ante Brasil, que significaba otro traspié para uno de los favoritos de la Copa. El volante del Bologna, compañero de Erick Pulgar, es macedonio de etnia albanesa pero naturalizado suizo, como es la tendencia en las selecciones europeas.
Su sacrificada labor emparejó la lucha con las individualidades brasileñas, pero al mismo tiempo le dio una revancha, porque la historia de Dzelaimi -que ha hecho casi toda su carrera en Italia- es extraña y triste.
En julio de 2015, después del Mundial de Brasil, se casó con la modelo albanesa Erjona Sulejmani, frente a 350 invitados, pero el año pasado se divorciaron en amargos términos. El escándalo se desató cuando ella participaba en el docurreality de TV "Las capitanas", junto a otras mujeres de futbolistas, entre ellas la de Ciro Immobile, Giampaolo Pazzini y Daniele Rugani.
Debatiendo acerca de la conveniencia del sexo antes de los partidos, Michela Persico, la pareja de este último, mostró su complacencia con dicha actividad: "Total, no soy la que juega", señaló. Pero cuando fue el turno de Sulejmani, ardió Troya: "¿Sexo antes de los partidos? Los futbolistas son malos amantes. Prefieren hacérselo ellos mismos".
Dzemaili se convirtió en el hazmerreír. Con su orgullo herido, el mediocampista lo consideró una humillación y la gota que rebasó el vaso de una mala relación. Solicitó el divorcio, la custodia del hijo de ambos y que ella deje de usar su apellido. Erjona no se mostró arrepentida y se ha dedicado en los últimos meses a lanzar más dardos sobre su mala experiencia con el jugador y a subir sensuales fotos a las redes sociales. Y no es todo: amenaza con un libro en el que promete contar lo difícil que es ser la esposa de un futbolista.
Al menos Dzemaili llegará a ese momento con la autoestima más elevada: le sacó un empate a los brasileños.