La columna de Pelotazo: La fuerza del Dragón

El triunfo de Iquique ante Colo Colo en el Estadio Cavancha tiene varias aristas que vale la pena destacar. Se vio un equipo que jugó de igual a igual ante un grande de Santiago, cuando generalmente estamos acostumbrados a lo contrario: esperar y salir de contra en busca del gol de triunfo. Los Dragones no tuvieron miedo y ello venía con premio.

Perfectamente Jaime Vera y sus dirigidos podían jugar de otra forma dado lo vivido en el Apertura pasado. Porque peleando el título como ahora y jugándole así a Universidad Católica como local se comieron un 6-2. Pero no, confiaron en el modo que los tiene jugando Copa Libertadores y se quedaron con los tres puntos.

Era un encuentro de rivales invictos, donde quien ganaba se quedaba con la punta del Torneo de Clausura, por ende, se definiría por detalles.

Uno de ellos era suplir las ausencias. Este partido lo podrían haber jugado Rodrigo Naranjo y Justo Villar, pero ambos se lesionaron. Los encargados de reemplazarlos fueron Brayan Cortés y Paulo Garcés. El primero fue una de las figuras del partido, con dos tapadones a Esteban Paredes. El segundo, cometió un grave error de salida en el 1-1 parcial de los nortinos.

Además del portero paraguayo, Colo Colo tiene lesionados a Matías Zaldivia, Esteban Pavez, Luis Pedro Figueroa, Jaime Valdés y Pedro Morales. Todos titulares y no todos tienen reemplazantes. Ramón Fernández puede jugar en la posición de Morales, pero fue banca. Claudio Baeza puede cubrir a Pavez, pero desprotege la defensa. Pablo Guede optó por usar a Iván Morales como volante por la banda para afrontar las bajas, pero no es su posición. Sumas y restas que terminaron por perjudicar al cacique. La única buena noticia es que volvió a Fernando Meza para acompañar a Julio Barroso.

¿Cuál es el problema? Que pese a todas esas bajas Colo Colo y en general los equipos grandes de Santiago zafan en el torneo nacional. Los rivales no son capaces de aprovechar esas "ventajas", ellos ganan igual (o empatan), pelean campeonatos e incluso salen campeones. Entonces se crea una falsa realidad.

Luego esos clubes clasifican a torneos internacionales y es ahí cuando equipos extranjeros los "ponen en su lugar", sin importar si son cuadros con o sin historia sudamericana. Algún recuerdo les debe traer Deportivo Pasto, Universitario de Sucre, Montevideo Wanderers, Real Potosí o River de Uruguay.

Por lo mismo lo hecho por Iquique es un llamado de atención a los "albos" y al resto. Para entender que el fútbol local no es tirar y abrazarse y que hay esperanzas de tener un fútbol más competitivo donde no sean campeones los mismos de siempre.