La columna de Toño Prieto: La fiesta inolvidable
Revisa el artículo del comentarista de Al Aire Libre en Cooperativa.
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Debo reconocer que desde mi visión, proyectaba un ciclo técnico de Jorge Sampaoli soñado. Que sería una fiesta inolvidable e irrepetible por muchos años.
La selección chilena actuando con el título de campeón de América, con un equipo con opciones de seguir ganando historia, dirigido por un DT que impone y un estilo de juego atractivo.
Era una fiesta para no perdérsela, soñada. Pero de un día para otro todo se desmoronó. La caída no fue deportiva y eso es aún más doloroso para nuestro fútbol.
Sampaoli ahora ya mostró sus cartas y su brújula claramente apunta a un camino fuera de la ANFP. Esta fiesta se termina antes de tiempo.
Impacta ver el desmoronamiento de este proceso y sobre todo de las causas "emocionales" que señala el DT.
Que Sampaoli tenga un contrato de acuerdo al nivel que alcanzo y en sintonía a lo que se paga en el mercado, que tenga una cuenta en un paraíso financiero, que los bonos alcancen cifras impensadas, no debe ser un argumento para atacar a Sampaoli.
Lo cierto es que muchos creen que las cifras de su contrato lo hacen "cómplice" con Sergio Jadue. Y que las irregularidades del ex presidente ANFP, se le endosan al DT.
Esa asociación generó una imagen negativa.
Las declaraciones de este lunes en Suiza y la solicitud de bajar su cláusula de salida el viernes pasado, dejan en claro que no quiere continuar.
Sea cual sea el motivo, también está en su derecho.
Lo de ser un "rehén", concepto fuerte, está en sus manos solucionarlo. El contrato es para ambos lados y tendrá que servir la obligación.
Sampaoli negoció sus ingresos con quien correspondía en ese momento, lo que tampoco es un delito.
Hasta hoy no hay causa judicial o de otra índole en contra del entrenador, pese a que muchos casi le atribuyen una condena. El tiempo dirá sí cometió alguna irregularidad.
Hoy da notoriedad estar en contra de Sampaoli. Habrá festín. A mi me da la sensación que la envidia humana se hizo presente por aquí.
En un rompimiento forzado, las partes quedarán heridas. Los hinchas también serán damnificados, por este quiebre de un minuto para otro.
Fin de la fiesta.