El conjunto brasileño de Cruzeiro evitó crear polémicas a causa del avance de la influenza humana y jugará en Argentina el partido de ida de la final de la Copa Libertadores frente a Estudiantes en La Plata, anunció el presidente del equipo azul de Belo Horizonte, Zezé Perrella.
"No quiero crear una situación de dificultad para el equipo en Argentina", señaló el directivo en declaraciones publicadas por la Agencia Estado.
El directivo salió así al paso de las conjeturas sobre un eventual veto del Cruzeiro al partido en Ciudad de La Plata, e incluso una supuesta presión a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) para que el encuentro del 8 de julio fuera trasladado a Uruguay o Paraguay.
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Cruzeiro eliminó a Gremio y definirá con Estudiantes el certamen continental. (EFE) |
Perrella afirmó que acatará cualquier disposición de la Conmebol, sea para jugar en Argentina o en otro lugar.
"No quiero crear una situación de prejuicio, de repente, pues ellos (los argentinos) pueden argumentar que también hay gripe porcina (AH1N1) en Minas Gerais", el estado cuya capital es Belo Horizonte, apuntó el dirigente deportivo.
"Claro que no es en la proporción que existe allá. Pero creo que si las autoridades sanitarias de Argentina nos dieron esa garantía (de viajar), la responsabilidad pasa a ser de ellos. Nosotros vamos a hacer lo que la Conmebol determine", aseveró.
Después del empate el jueves 2-2 en condición de visitante ante el Gremio de Porto Alegre, que clasificó al Cruzeiro para la final, el técnico Adilson Batista minimizó el aumento de brotes del virus en ese país.
"Vamos para allá, vamos a jugar sin problema. La enfermedad no va a afectar la parte psicológica de los jugadores", afirmó Batista, quien en tono de broma sugirió que sus jugadores entren al campo con mascarillas.
Hasta este viernes, Argentina había reportado 44 muertes causadas por el virus, pero la situación no ha llevado a la suspensión de competencias deportivas, como ocurrió en México durante el inicio de la propagación de la influenza humana y que provocó la retirada de dos equipos de ese país que competían en la Copa Libertadores.