Quilmes de Argentina demandará al Estado de Brasil como consecuencia de los "perjuicios padecidos" durante la detención del defensa Leandro Desábato por llamar "negro" al delantero Grafite, en el partido en que el elenco argentino perdió el pasado miércoles 13 de abril por 1-3 ante Sao Paulo por el Grupo 3 de la Copa Libertadores.
El futbolista argentino llegó este viernes por la noche a Buenos Aires junto con otros 14 jugadores de Quilmes y, sin hacer declaraciones a la prensa, se dirigió directamente a Cafferatta, su ciudad natal, donde descansará por unos días.
Según informó este sábado el diario trasandino Popular, el club se prepara ahora para demandar al gobierno de Brasil por los "daños morales y maltrato" sufridos por Desábato, después de haber permanecido detenido durante 40 horas tras hacer su afirmación racista sobre Grafite.
Al retornar a Buenos Aires, el defensa trasandino Agustín Alayes dijo que su compañero "fue tratado como un delincuente" y manifestó que "recién ahora es tratado como un ser humano".
"Personalmente siento 'bronca' por un lado, porque un amigo y compañero vivió una situación que no merece y también siento vergüenza ajena por el proceder de la justicia brasileña por la manera en que se lo trató y por lo que lo acusa", añadió Alayes.
Desábato, de 26 años, pasó la noche del miércoles en una comisaría del sur de Sao Paulo y durante el jueves fue trasladado, por seguridad, a otra, donde quedó confinado hasta el viernes, cuando los abogados contratados por Quilmes obtuvieron su libertad tras el pago de una fianza de unos 3.878 dólares (2,3 millones de pesos).
Por su parte, el seleccionador Carlos Alberto Parreira dijo temer que el llamado "caso Desábato" tenga repercusiones el próximo 8 de junio, cuando las selecciones de Argentina y Brasil se enfrentarán en Buenos Aires en partido por las clasificatorias del Mundial de Alemania 2006. (EFE)