Pese a dominar, Sao Paulo fue incapaz de vulnerar la valla del elenco colombiano. (Foto: EFE) |
Once Caldas de Colombia ratificó este miércoles que las tierras brasileñas le caen bien al sustraer un meritorio empate sin goles del fortín de Sao Paulo, en el partido de ida de semifinales de la Copa Libertadores de América 2004.
La tienda "cafetera", que en la fase de cuartos de final eliminó a Santos de Brasil al empatar 1-1 en su visita Vila Belmiro y vencer por 1-0 en Palo Grande, decidirá la próxima semana de nuevo en su estadio y ante un adversario que venía acostumbrado a marcarle goles a todos sus visitantes.
El entrenador paulista Alexis Stivel, Cuca, pasó los 94 minutos sin encontrar el "ábrete sésamo" para romper el cerrojo planteado por el técnico Luis Fernando Montoya, ya que el elenco forastero hizo un trabajo defensivo que rozó la perfección.
Sao Paulo buscó el gol en vano, primero con toques cortos, después con centros al área, pero los colombianos, bien agrupados y certeros en los relevos, prácticamente anularon a los creativos del equipo de Cuca.
La única oportunidad realmente seria la tuvo el goleador de la Copa Libertadores, el seleccionado brasileño Luis Fabiano, con un remate a quemarropa en el pecho del meta Juan Carlos Henao, cuando transcurrían 12 minutos.
Fue una de las pocas oportunidades en que Luis Fabiano huyó al control hermético del zaguero Diego Arango.
Grafite, el otro punta del equipo de Cuca, cayó una y otra vez en la red del defensa Miguel Rojas. Al mismo tiempo, en el centro de la zaga de Once Caldas, Samuel Vanegas y Edgar Cataño prácticamente fueron infranqueables.
Luis Fernando Montoya plantó en el Estadio Morumbí un esquema de cinco hombres de acentuada vocación defensiva en la mitad de la cancha y cuatro auténticos hombres de presa en el fondo.
Pese a jugar más retrasado, Arnulfo Valentierra apareció como el arma ofensiva más contundente de Once Caldas, en tanto que Herly Alcázar, que se insinuó como el único punta, con su permanente rotación se dedicó a buscar fisuras en el muro brasileño.
En el segundo tiempo, Cuca cambió su línea creativa con el ingreso de Gabriel en el puesto de Danilo y de Diego Tardelli en el de Souza.
Tardelli dio su bautizo de fuego a Henao con un remate potente, que el meta colombiano contuvo con espectacular vuelo.
La renovada presión de los brasileños partió del fondo, con el desplazamiento constante de los zagueros Fabao y Rodrigo, que aprovecharon su gran talla para buscar el juego aéreo.
Montoya decidió que el botín del empate era suficiente y con el ingreso de Wilmer Ortegón en sustitución de Soto, armó una línea defensiva con tres zagueros, dos laterales y un refuerzo en la mitad con cuatro hombres. Un cerrojo invulnerable.
La revancha se jugará el miércoles 16 de junio en el eje cafetero de Colombia y el ganador enfrentará en la final a Boca Juniors o River Plate, protagonistas de la otra serie en la ronda de los cuatros mejores.
Estadísticas:
Sao Paulo 0: Rogério Ceni; Cicinho, Fabao, Rodrigo, Gustavo Nery; Alexandre, Fábio Simplicio, Souza (Diego Tardelli, 46'), Danilo (Gabriel, 60'); Grafite (Ailton, 69') y Luis Fabiano. DT: Cuca.
Once Caldas 0: Juan Carlos Henao; Miguel Rojas, Samuel Vanegas, Edgar Cataño, Edwin García; John Viáfara, Rubén Darío Velásquez, Elkin Soto (Wilmer Ortegón, 70'), Arnulfo Valentierra, Diego Arango; y Herly Alcázar (Jefrey Díaz, 69'). DT: Luis Fernando Montoya.
Arbitro: Carlos Amarilla (Paraguay)
Amarillas: Valentierra Velásquez, Cataño, Soto y Henao (OC); Gustavo Nery (SP).
Estadio: Morumbí de Sao Paulo.
Público: 70.504 aficionados. (EFE)