Claudio Bravo fue capitán en la derrota que sufrió Manchester City frente a Liverpool
El chileno jugó un impecable primer tiempo para luego ceder el arco a Joe Hart.
Los rojos remontaron el partido tras el ingreso de Mohamed Salah y Sadio Mané.
El chileno jugó un impecable primer tiempo para luego ceder el arco a Joe Hart.
Los rojos remontaron el partido tras el ingreso de Mohamed Salah y Sadio Mané.
Manchester City, que volvió a ser capitaneado por el chileno Claudio Bravo durante 45 minutos, sufrió con las estrellas de Liverpool en el segundo tiempo y cayó por 1-2 en su choque amistoso por la International Champions Cup.
El juego durante el primer lapso dejó una deuda con la afición por la falta de intensidad y tácticas exhibidas por elencos que a partir del domingo 12 de agosto lucharán por el protagonismo de la Premier League, donde en la última temporada, Manchester City fue campeón y Liverpool cuarto.
El escenario del choque entre ambas potencias fue el MetLife Stadium de New Jersey, coliseo donde hace dos años la Roja se proclamó campeona de la Copa América Centenario. Ahí, Claudio Bravo, una vez más, rindió y se llevó aplausos al defender con éxito las pocas llegadas de los "Reds".
El capitán de los celestes esta jornada abandonó la cancha para dar espacio a Joe Hart, quien acabó sufirendo por los efectivos cambios de Jurgen Klopp, que en este ensayo dio un aviso tremendo a Josep Guardiola con la efectividad de su delantera.
El primer gol del cotejo se generó a los 58' por una individualidad de Leroy Sané, que al vener en carrera a la defensa de Liverpool acabó por derribar a Caoimhin Kelleher, reemplazante de Loris Karius, con una potente diagonal.
En la respuesta, Mohamed Salah, reservado para los últimos amistosos de Liverpool, se convirtió en elemento determinante. En apenas 52 segundos desde su ingreso al terreno, el egipcio se encargó de emparejar la cuenta (63').
De forma constante, Salah creó peligro y amenazó con con concretar el repunte rojo a los 68', cuando remeció el travesaño con un disparo de media distancia.
El dominio de Liverpool se mantuvo hasta el final y encontró recompensa en la última acción. Dominic Solanke, derribado dentro del área, encontró un penal que fue cobrado por Sadio Mané, quien marcó el definitivo 1-2 a los 90+4'.