Pablo Guede, el técnico que luchó contra viento y marea para salir campeón en Colo Colo
El estratego siempre vivió momentos de alta tensión en la banca alba.
Logró su primer título de campeonato nacional junto al "Cacique".
El estratego siempre vivió momentos de alta tensión en la banca alba.
Logró su primer título de campeonato nacional junto al "Cacique".
Se dieron todos los resultados. Colo Colo pudo bajar la anhelada estrella 32 y darle una alegría a Pablo Guede, técnico argentino que llegó a mediados de 2016 con la misión de devolver la identidad ofensiva al "cacique", pero que terminó luchando contra viento y marea, cambiando su discurso, para ganar un título con un estilo diferente.
Guede, nacido hace 42 años al otro lado de la cordillera, tuvo una breve y poco conocida carrera como futbolista, dando sus principales pasos en España, jugando por Málaga cuando este era un equipo de la Segunda B. También tuvo pasos por Xerez, Elche, Poli Ejido, Real Jaén y Melilla, mientras que en su tierra natal defendió los colores de Deportivo Español y Nueva Chicago.
Fue en Europa, en suelo hispano, donde comenzó su periplo como entrenador, en el CD El Palo, aunque volvió a Argentina para tomar las riendas de Nueva Chicago, logrando el ascenso de la B Metropolitana a la Nacional B.
Ganó reputación en Sudamérica gracias a su labor en Palestino
Su irrupción como técnico de proyección llamó la atención de Palestino, quien apostó por él y logró buen resultado, ya que en 2014 logró llevar a los árabes a la Copa Libertadores, suceso que no experimentaba el elenco de colonia desde 1979.
Pese al éxito, su método generó sentimientos encontrados en los hinchas de Palestino, ya que su fuerte carácter lo llevó a chocar con jugadores emblemáticos. Fue así como castigó por indisciplina, por ejemplo, a Leonardo Valencia, quien fue sacado de las nóminas sin importar que fuese la figura del equipo.
San Lorenzo lo repatrió
La buena campaña en Chile y el ser un técnico "de casa" abrieron el apetito de varios clubes argentinos que intentaron repatriarlo, siendo San Lorenzo el que ganó la puja.
Con los "cuervos" de Boedo tuvo un arranque dubitativo, pero finalmente logró encausar equipo para llevarlo a la final del Torneo Argentino, instancia en la que cayó goleado por Lanús.
Tras la finalización del certamen, se observó otra vez su temperamento. La dirigencia le renovó a un par de jugadores que Guede no quería y el DT presentó la renuncia, siendo obligado a pagar una indemnización.
Ahí apareció Colo Colo y ante la agitación que provocó la renuncia de José Luis Sierra, Guede fue la primera (y casi única opción) para Aníbal Mosa y el directorio de Blanco y Negro.
La era Guede comenzó con ilusión en la "Ruca"
La era Guede en Macul también comenzó con dudas, aunque fueron justificadas. Llegó pocos días antes del inicio del Torneo de Apertura 2016, sin posibilidad de trabajar una pretemporada, ya que la salida del "Coto" fue inesperada y dejó en una precaria condición al equipo para ese semestre.
Si bien el equipo arrancó con derrotas y empates, tanto jugadores, dirigentes e hinchas empezaron a alabar el "sistema Guede", pues se notaba un cambio en los esquemas. Colo Colo recuperaba ese vértigo ofensivo que hizo gala en tiempos pasados.
Para el final del campeonato, Colo Colo llegó luchando e incluso tuvo opciones, pero no pudo ante el buen rodaje que tenía Deportes Iquique, que terminó segundo, y Universidad Católica, que coronó un año redondo como bicampeón del fútbol nacional.
Aun así, Guede pudo desquitarse e ilusionar al hincha del "popular" de cara al 2017, ya que cerró el año 2016 goleando a Everton para ganar la Copa Chile.
Un nuevo fracaso internacional, la crisis de los "sapos" y la gran farra
El año 2017 comenzó con la expectativa alta. A diferencia del torneo pasado, Guede contaba con un trabajo de pretemporada y refuerzos de renombre, como Mark González y Pedro Morales, para pelear en los dos frentes: La Copa Libertadores y el Torneo de Clausura 2017.
En el primero, la historia fue corta y repetida: No pudieron con Botafogo y el cuadro albo se despidió en la segunda fase previa del torneo continental, sumando otro fracaso más en los últimos años.
Al quedar fuera de la Copa, solo quedaba el Torneo de Clausura como competencia, por lo que no habían excusas, como el recurrente "agotamiento por acumulación de partidos", para no ganar el título.
Tras un comienzo avazallador, parecía que Colo Colo corría en solitario la carrera por una nueva estrella. Pero en torneos cortos el margen de error es mínimo y confiarse cuesta caro. El "Cacique" lo hizo, lentamente empezó entregar la opción al título y se desató una crisis interna, con un furioso Guede acusando a los "sapos que buscan desestabilizar al plantel".
El equipo no pudo reponerse de las convulsas declaraciones y protagonizó una farra enorme. En la penúltima fecha, empató con Antofagasta ante más de 30 mil personas en el Monumental y cedió el liderato a Universidad de Chile, que terminó celebrando el campeonato a la semana siguiente.
La gran revancha
Instalado en el ojo del huracán, Colo Colo tuvo una pretemporada llena de sobresaltos. La alegría por el regreso de Jorge Valdivia quedó opacada por la salida de Justo Villar, referente en el arco en los últimos años. Las miradas, nuevamente, se posaron en Guede, quien inexplicablemente eludió la responsabilidad por la desvinculación del paraguayo.
Las críticas disminuyeron un poco luego que los albos golearan a Universidad Católica para ganar la Supercopa de Chile, pero retomaron fuerza con la inesperada eliminación ante Iberia, de la Primera B, en la Copa Chile, y otro dubitativo comienzo en el torneo local.
Guede entendió que la fórmula no estaba dando resultados y cambió el estilo del equipo. Con solo un triunfo en cuatro fechas, el trasandino reforzó el planteamiento defensivo y con una táctica más pragmática (jugando al contragolpe), goleó a los tres rivales en la lucha por el título: 4-1 a Universidad de Chile, 3-0 a Audax Italiano y 5-2 a Unión Española.
Pese a los triunfos ante los clásicos rivales, el momento más tenso se vivió en Temuco. Tras perder ante los albiverdes, el trasandino se fue contra Patricio Polic, quien ofició como cuarto árbitro, acusándolo de perjudicar al equipo. Su conducta lo marginó de un partido crucial ante Everton, el cual terminó en un triunfo agónico y clave para las aspiraciones al campeonato.
Tras el triunfo ante Huachipato, ante un repleto "Ester Roa" de Concepción de hinchas albos, Guede por fin pudo gritar campeón y terminar las tensiones de este largo camino que puede terminar pronto, pues se desconoce si tiene los ánimos de seguir un año más en el club para el torneo largo de 2018.