La Copa Sudamericana tuvo escandaloso final: Tigre acusó agresiones y se negó a jugar el segundo tiempo
El elenco argentino rechazó volver a la cancha en el Morumbí.
Sao Paulo se tituló campeón luego de jugarse sólo el primer lapso.
El elenco argentino rechazó volver a la cancha en el Morumbí.
Sao Paulo se tituló campeón luego de jugarse sólo el primer lapso.
El juez chileno Enrique Osses decidió dar por finalizada la final de la Copa Sudamericana entre Sao Paulo y Tigre una vez que el elenco argentino decidió no salir a jugar el segundo tiempo producto de los golpes y amenazas con armas de fuego que acusaron recibir en vestuarios durante el descanso por parte de agentes de seguridad. Así se declaró campeón al elenco brasileño.
En el Estadio Morumbí, el conjunto bonaerense caía por 2-0 con los goles de Lucas Moura (22') y Osvaldo (28'), resultado que provocó aireadas reacciones de sus jugadores en contra de los "paulistas".
Tras el conato de pelea en el campo de juego, ambos equipos se dirigieron a vestuarios, lugar donde el técnico de Tigre, Néstor Gorosito, dijo que recibieron golpes por parte de guardias y de la policía -incluso con armas de fuego-, ante lo cual decidieron no presentarse, producto del mal estado en que habrían quedado sus jugadores.
El encargado de seguridad de Tigre avisó a la cadena Fox Sports que le realizaron "una emboscada" con pistolas -al portero Damián Albil lo apuntaron al pecho- y que cerca de 20 guardias golpearon a los futbolistas, quienes habrían quedado inhabilitados para continuar el compromiso.
Lugo Osses confirmó la existencia de lesiones en algunos jugadores del cuadro de Buenos Aires, concediéndoles un periodo para revalorar la decisión de no salir a jugar, la cual no modificaron, por lo que se dio por terminado el pleito y el título fue entregado a Sao Paulo.