La oscura historia de Lamia, la aerolínea que trasladó a Chapecoense
La empresa nació en Venezuela, pero terminó radicándose en Bolivia.
Su dueño es acusado de ser un testaferro de un empresario chino acusado por corrupción.
La empresa nació en Venezuela, pero terminó radicándose en Bolivia.
Su dueño es acusado de ser un testaferro de un empresario chino acusado por corrupción.
La Línea Aérea Mérida Internacional de Aviación (Lamia), agencia que protagonizó el fatal accidente que prácticamente acabó con el plantel de Chapecoense en Colombia, no tiene una historia feliz dado que tras su fundación en 2009 en Mérida, Venezuela, terminó instalándose en Bolivia, desde donde opera.
Varios fueron las promesas incumplidas por la empresa, cuyo dueño Ricardo Albacete, quien decía por ese entonces que los "clientes" serían "asociados" y que las tarifas serían planas, incluso devolviendo el dinero si finalmente en viaje no se realizaba.
No obstante las promesas realizadas, no hubo despegues en Mérida y pese a los intentos en otro estado venezolano, la aerolínea se mantuvo en tierra, según detalló Infobae.
Paralelo eso Albacete intentaba en España otros negocios. En Europa fue señalado como uno de los principales testaferros del empresario chino Sam Pa, quien fue detenido en octubre de 2015 por las autoridades de Beijing por delitos monetarios y traición al Partido Comunista Chino.
Sin lograr despegar en Venezuela, Albacete decidió trasladar los tres aviones que había logrado adquirir a Bolivia. En noviembre de 2015, la flamante empresa boliviana Lamia logró la autorización para comenzar a funcionar como "pequeño operador" aerocomercial.
Los dueños de la nueva compañía eran Marco Antonio Rocha y el piloto Miguel Quiroga, quien estaba al mando de la aeronave que cayó en Medellín y falleció en el accidente.
En esa misma nave viajaron entre otros las selecciones de Argentina y Venezuela, el club Atlético Nacional (Colombia), The Strongest, Blooming, Oriente Petrolero, Real Potosí (Bolivia) y Olimpia (Paraguay).