Edson Arantes do Nascimento aseguró que el mal estado financiero del balompié de su país se debe a la corrupción de sus dirigentes y no a la ley que propició en 1998.
Pelé respondió a las críticas que ha recibido la ley que propició en 1998 como ministro de Deportes para facilitar el traspaso de jugadores al extranjero y atribuyó a la corrupción de los dirigentes el débil estado financiero de los clubes brasileños.
"El fútbol brasileño está en esa quiebra por la falta de profesionalismo y honestidad de los dirigentes. Ellos roban a los clubes, desaparecen con el dinero y luego culpan a la Ley Pelé", dijo el astro, cuyo verdadero nombre es Edson Arantes do Nascimento.
Desde hace un tiempo, algunos directivos han culpado a dicha normativa la precaria condición de sus instituciones.
"Esa ley está destruyendo el fútbol brasileño", afirmó el vicepresidente de Corinthians, Antonio Roque Citadini, al comentar la salida del equipo del lateral Rogerio.
Pelé afirmó que los problemas económicos llegaron antes de la ley que lleva su nombre.
"Ahora porque tienen que vender jugadores resulta que la culpa es de la Ley Pelé", agregó indignado.
El astro fue más allá y no dudó en identificar casos de corrupción en ciertos clubes.
"¿Dónde está el dinero que ha entrado a Flamengo, a Corinthians y al Vasco (da Gama)?", se preguntó, para luego estimar en más de 172 millones de dólares (cifra superior a 105.000 millones de pesos) los ingresos de los equipos grandes del fútbol brasileño.
Pelé, en todo caso, reconoció algunos vacíos en la disposición legal: "Falta principalmente la exigencia de presentación de cuentas de los clubes". (Agencias)
