Nicolás Massú vio el fin de su reinado olímpico ante el argentino Nalbandian

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Autor: Cooperativa.cl

El viñamarino dio pelea en el primer set, pero fue incapaz de superar la regularidad del cordobés.

El doble medallista de oro en Atenas 2004 deberá conformarse con lo realizado en Grecia.

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Un opaco Nicolás Massú fue incapaz de seguir en la lucha por revalidar la medalla de oro que ganó hace cuatro años en Atenas al caer de forma inapelable ante el argentino David Nalbandian por 7-6 (0) y 6-1.

El vigente campeón olímpico hizo un correcto primer set y dio la batalla con su habitual estilo, pero a partir del desempate se derrumbó, al igual que las ilusiones de seguir soñando con la posibilidad de nuevamente verlo en el podio olímpico.

Era la gran oportunidad para demostrar que el partido ante Darcis no fue una casualidad y el chileno en los primeros compases del partido dio muestras de su enorme coraje: le peleó de igual a igual a cordobés, quien se vio acosado por los buenos golpes del chileno.

El apoyo de un puñado de chilenos fue un aliciente para el viñamarino, quien tenía toda la intención de revalidar la presea dorada ganada en Atenas, no obstante, la solidez de Nalbandian y lagunas propias de su errático momento le jugaron en contra.

El cordobés quebró el servicio en el quinto juego y se puso 4-2 en la pizarra. La nube negra se instaló sobre Massú, quien se enfrascó en estériles discusiones con el juez de sillas, pero vino alcanzó a reaccionar justo a tiempo.

El trasandino servía para ganar el primer capítulo, pero Massú sacó a relucir lo mejor de su estirpe guerrera y emparejó las acciones para forzar el desempate.

 

El comienzo del adiós olímpico

Fue en la instancia decisiva donde el sueño se vino abajo. El chileno se inclinó por 7-0 y dejó de luchar para dejar que Nalbandian tomara el control total del partido.

El argentino, consciente de lo duro que será la recta final del tenis olímpico, aprovechó la oportunidad y comenzó a cimentar su triunfo con regularidad y sin mucha brillantez.

El adiós fue en medio de lamentos. Un Massú cabizbajo cedió dos veces su saque en la segunda manga y fue incapaz de revertir su pésima jornada.

La pena se apoderó de la pequeña barra nacional y aunque es una derrota dolorosa y que cala hondo en los hinchas del deporte, es mínima e incapaz de obscurecer a un Massú que ya se hizo un lugar en la historia de Chile merced a los cuatro años.

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