Michael Phelps, la máxima leyenda de la historia olímpica
Sus 28 medallas lo ponen como el más ganador de la historia.
Tras su último podio en Río de Janeiro anunció su retiro.
Sus 28 medallas lo ponen como el más ganador de la historia.
Tras su último podio en Río de Janeiro anunció su retiro.
Desde lo más alto del podio de Río 2016, como había ocurrido en otras 22 ocasiones, tras imponerse en la final de los 4x100 estilos, puso fin a su carrera olímpica el nadador estadounidense Michael Phelps, el deportista más laureado en la historia de los Juegos Olímpicos.
Un oro, el quinto cosechado por Phelps en Brasil, que sirvió para que el norteamericano elevara hasta un total de 28 metales: 23 oros, 3 platas y 2 bronces, su cuenta de medallas en la cita más importante del deportes mundial, en la que debutó hace 16 años en Sydney.
Cinco Juegos Olímpicos de triunfos a los que Michael Phelps puso definitivamente fin con una victoria en una final en la que el "tiburón" de Baltimore fue decisivo para que Estados Unidos lograse el triunfo.
Es que la carrera de este deportista que hace unos años parecía alejarse de las piscinas está llena de historia que han acrecentado la leyenda de un nadador que tardará muchos años en ser superado, si es que alguna vez alguien lo consigue.
Con sólo 15 años participó en Sydney 2000, transformándose en el nadador masculino más joven en llegar a un equipo olímpico en 68 años, logrando anotarse su primera final en los 200 metros mariposa.
Cuatro años después, con bastante más experiencia, comenzaría a escribir con letras doradas su historia olímpica al colgarse las primeras ocho medallas de su carrera, seis de ellas de oro en Atenas 2004.
Tras brillar en mundiales como el de Montreal 2005, Phelps llegaba como máximo favorito a Beijing 2008 y no decepcionó. Ganó ocho nuevas medallas de oro que lo comenzaban a transformar en uno de los más grandes de toda la historia.
Pero no todo era tan bueno para el deportista estadounidense por aquellos años, pues en 2009 se difundió una fotografía de él fumando marihuana, tras lo que vino una suspensión de tres meses y su desmotivación. "No me importaba nada. No quería nada que tuviera que ver con el agua. Nada", declaraba por esos días.
Aún así, volvió y logró llegar a Londres 2012, pero sus primeras actuaciones no fueron lo que se esperaba y fue cuarto en los 400 metros estilos, segundo en el relevo 4x100 y segundo en los 200 metros mariposa.
Su primer oro en la cita británica llegó en el relevo 4x200 metros libres, lo que le valió llegar a 19 medallas y transformarse en el máximo ganador de preseas en la historia olímpica, superando a la soviética Larissa Latynina.
Tras eso obtendría oro en los 200 metros estilos, en los 100 metros mariposa y los 4x100 estilos, llegando a 22 preseas y anunciando así por primera vez su retiro de la natación.
El retiro y el renacer glorioso
Su vida fuera del alto rendimiento estuvo cargada de errores que lo hacían saltar a las primeras planas de los diarios norteamericanos, pero ya no por ganar medallas, sino que por conducir en estado de ebriedad o exceder la velocidad al manejar. Debió internarse en un centro de rehabilitación.
Fue en el centro Meadows de Arizona donde Phelps comenzó a renacer y se volvió a encantar con la natación gracias a una pequeña piscina que había en el lugar.
Además, fue padre de Broomer junto a Nicole Johnson y entró a una etapa de maduración en su vida que le hizo retomar su carrera deportiva por unos Juegos Olímpicos más en los que claramente no decepcionó.
Este 2016 Phelps estiró su leyenda para convertirla en casi inalcanzable gracias a sus 23 medallas de oro, 3 de plata y 2 de bronce que la historia recordará por siempre.