Luego de las polémicas surgidas en la decisiva fase de octavos de final de Alemania 2006, en especial en los choques Portugal-Holanda y Australia-Italia, el presidente del comité organizador del Mundial, Franz Beckenbauer, manifestó su descontento con el accionar de los árbitros.
En declaraciones a la cadena de televisión ZDF, la legendaria figura del fútbol germano señaló que los jueces "no tienen todo al ciento por ciento bajo control", en directa alusión al cometido del ruso Valentin Ivanov en el partido Portugal-Holanda y al del español Luis Medina Cantalejo en el Italia-Australia.
Sobre la lluvia de tarjetas durante el encuentro que permitió a Portugal el paso a cuartos de final, ya se había expresado también el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, quien señaló que quien hubiera merecido llevarse una amonestación era el propio Ivanov.
A los dichos de Beckenbauer se sumó la prensa alemana, que este martes arremetió contra el español Medina Cantalejo por su actuación en el encuentro entre itálicos y oceánicos, donde se transformó en protagonista al cobrar un inexistente penal en los descuentos a favor de los europeos, que les permitió imponerse por 1-0.
Según el diario Die Welt, "se podría llegar a pensar que el escándalo de árbitros en Italia ha llegado hasta este hombre de Sevilla".
En este ambiente, la comisión arbitral decidirá este miércoles en Frankfurt, qué árbitros no continuarán en el Mundial y abandonarán Alemania.
La decisión se producirá en el primer día de descanso del torneo, cuando comenzaron a arreciar las críticas contra la labor arbitral, fundamentalmente de jueces europeos.
La terna chilena compuesta por el árbitro Carlos Chandía y los jueces asistentes Rodrigo González y Cristián Julio forma parte del grupo de suplentes para este Mundial, aunque es muy poco probable que vayan a tener una oportunidad en estas instancias decisivas si no fueron considerados con anterioridad. (EFE)