La Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) decidió este jueves imponer tres partidos de castigo al francés Zinedine Zidane y dos al italiano Marco Matterazzi por el incidente que protagonizaron durante la final del Campeonato Mundial de Alemania 2006 el 9 de julio.
El comité disciplinario del organismo, con sede en la ciudad suiza de Zurich, determinó una sanción de "7.500 francos suizos (6.112 dólares, más de 3,2 millones de pesos) y tres partidos de suspensión" para Zidane, pero como el francés ya se retiró del fútbol tendrá que "realizar trabajos humanitarios con niños y jóvenes dentro de los programas de la FIFA".
Además, la entidad determinó "dos partidos de suspensión a Materazzi y una multa 5.000 francos (4.104 dólares, más de 2,2 millones de pesos)".
Tras escuchar a Zidane este jueves y a Materazzi, el 14 de julio, el comité disciplinario de la Federación Internacional determinó que "no hubo insultos racistas".
En el segundo tiempo del alargue de la final entre Francia e Italia, disputada el 9 de julio en Berlín y que ganó la selección azzurra, el galo fue expulsado tras dar un cabezazo en el pecho a su rival italiano.
Posteriormente explicó que Materazzi había ofendido a su madre y
a su hermana, pero no precisó los improperios. El defensa italiano,
por su parte, reconoció la semana pasada que sí lo había insultado, pero no a sus familiares.
El ahora ex volante francés explicó, durante una reunión de más de dos horas, lo ocurrido ese día, y abandonó la sede de la FIFA sin hacer declaración alguna a la prensa.
Zidane estuvo acompañado por el responsable jurídico y el presidente de la Federación Francesa de Futbol (FFF), Jean-Pierre Escalettes.
La FIFA canceló el careo previsto para este jueves entre el ex jugador de Real Madrid y Materazzi por considerar que las explicaciones dadas por el italiano el 14 de julio eran suficientes por el momento, de cara a tomar una decisión sobre posibles sanciones por el incidente.
Fuentes de la organización futbolística indicaron que durante sus explicaciones "tanto Materazzi como Zidane pidieron perdón y lamentaron lo ocurrido".
También indicaron que los árbitros del partido, el argentino Horacio Elizondo y el español Luis Medina Cantalejo "dejaron claro que no recurrieron al video para identificar el cabezazo" que el galo propinó a su adversario, sino que "fue el cuarto árbitro quien lo vio e informó". (EFE)