Un nuevo capítulo se escribió este jueves en la ya larga historia entre Zinedine Zidane y Marco Materazzi, que comenzó cuando el astro francés propinó un violento cabezazo en el pecho del italiano y se ganó una tarjeta roja directa en la gran final del Mundial de Alemania 2006.
El miércoles, el retirado volante galo señaló que su rival se refirió con palabras "muy duras" a su madre y su hermana, y que ello "provocó" su airada reacción, y la respuesta de Materazzi no se hizo esperar, negando cualquier referencia hacia la progenitora del francés.
En una entrevista publicada por el diario italiano La Gazzetta dello Sport, el jugador de Inter de Milán fue enfático para desmentir un supuesto insulto contra Malika Zidane.
"No he pronunciado frases con respecto a religión, política o racismo. Perdí a mi madre cuando tenía 15 años y aún hoy no logro hablar de ello sin que me salten las lágrimas", comentó.
"En esto soy débil y no me avergüenzo. Nunca podré insultar a una madre y supe sólo ahora que la de Zidane está mal; le deseo lo mejor", enfatizó el zaguero.
Materazzi además afirmó que siempre ha "venerado al Zidane jugador" y que incluso con ocasión de un duelo ante Juventus cuando el francés jugaba en el cuadro de Turín y él en Perugia intercambiaron las camisetas y tiene la del volante guardada.
El defensa defendió la conquista del Balón de Oro por parte de Zinedine Zidane, ya que "lo ganó por lo que realizó sobre el terreno de juego, donde fue el mejor. A los 35 años hizo pelar las manos por los aplausos". (EFE)