Los arqueros se robaron el protagonismo en el Mundial germano

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Autor: Cooperativa.cl

En el torneo con el segundo peor promedio de goles de la historia, nombres como el italiano Gianluigi Buffon, el local Jens Lehmann o el portugués Ricardo se robaron el protagonismo.

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El Mundial de Alemania 2006 pasó a la historia con el segundo peor promedio de goles, con apenas 2,29 tantos por partido, pero además del fútbol pragmático y poco preocupado por el espectáculo que caracterizó al certamen, otros grandes responsables de esta sequía fueron los arqueros.

 

El italiano Gianluigi Buffon, el alemán Jens Lehmann o el portugués Ricardo respondieron constantemente para evitar ser vulnerados, y sus grandes actuaciones resultaron claves para ahogar los gritos de gol en tierras germanas, y dejar el Mundial con una marca que sólo es "superada" por el discreto torneo de Italia 1990, con 2,21 anotaciones por partido.

 

Quien más destacó en este certamen fue sin dudas Gianluigi Buffon. El arquero de Italia creció a medida que su equipo avanzaba, y consolidó en el Mundial lo que ya venía demostrando hace mucho tiempo junto a Juventus: que es uno de los mejores del orbe.

 

Buffon y Fabien Barthez lucharon hasta el final por el título. (Foto: EFE)

Con sólo 28 años, su actuación en las fases decisivas, en especial en semifinales ante Alemania y en la definición por el título frente a Francia, fue una de las claves del triunfo italiano, y por ello no fue una sorpresa que Buffon fuera escogido como el mejor del Mundial.

 

Cabe señalar que en los siete partidos disputados por la escuadra azzurra, el meta de Juventus sólo sufrió dos tantos en contra, y uno de ellos fue un autogol de su compañero Cristian Zaccardo en el choque por la fase grupal ante Estados Unidos (1-1).

 

El único rival que logró derrotar la resistencia de Gianluigi Buffon fue el francés Zinedine Zidane, y esto sólo ocurrió desde el punto penal con una magistral definición bombeada, ya que el mismo astro francés explicaría posteriormente que tuvo "miedo" de perderlo en las manos del golero si lo servía en forma normal.

 

Lehman y Ricardo fueron figuras

 

El alemán Jens Lehmann tuvo la gran responsabilidad de responder a la confianza que le dio el técnico Jürgen Klinsmann al nominarlo como titular en reemplazo de Oliver Kahn, quien no sólo era una de las máximas figuras del fútbol germano, sino además el ganador del Balón de Oro al mejor jugador de Japón y Corea del Sur 2002.

 

Jens Lehmann supo responder en el arco alemán, en especial ante Argentina. (Foto: EFE)

Y el portero de Arsenal no defraudó. Aunque sufrió dos tantos de Costa Rica en el partido inaugural, de ahí en más se transformó en una muralla y fue una de las claves del avance germano en el torneo.

 

Su mejor actuación llegó en cuartos de final, cuando en la definición a penales ante Argentina se agigantó y contuvo dos remates para sellar la clasificación de su equipo, aunque posteriormente dos grandes inspiraciones italianas pondrían fin a su resistencia, y al sueño alemán de buscar el título.

 

Otro de los semifinalistas fue Portugal, y Ricardo siempre tuvo que ver en cada partido que los lusos ganaron durante el torneo.

 

El portero de Sporting Lisboa entró en la historia de los Mundiales gracias a revalidar su fama de atajador de penales. Ya había sido el héroe de los lusos en la Eurocopa 2004, pero esta vez superó todas las expectativas al batir el récord de mayor número de tapadas en una definición desde los 12 pasos, con tres de cuatro intentos ante Inglaterra.

 

Y si bien fue cuestionado y nunca dio una sensación de absoluta seguridad, el francés Fabien Barthez a sus 36 años logró guiar desde atrás a su selección a una nueva final.

 

El arquero de Olympique de Marsella sumó 17 presentaciones planetarias, y superó la marca anterior del fútbol galo, en manos del volante Maxime Bossis, con 14 actuaciones en las citas de 1978, 1982 y 1986.

 

La sorpresa

 

Pascal Zuberbühler fue uno de los mejores del Mundial. (foto: EFE)

Aunque también cabe destacar actuaciones como las del argentino Roberto Abbondanzieri o el brasileño Dida, que cumplieron cada vez que fueron requeridos, quizás la gran revelación del Mundial estuvo en las manos del suizo Pascal Zuberbühler, quien dijo adiós en octavos de final sin recibir un solo gol en contra.

 

La marca del golero de FC Basilea, quien este viernes fue transferido a West Bromwich Albion de Inglaterra, impuso un nuevo récord, es inédita en la historia de las Copas del Mundo. (Cooperativa.cl)

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