Francia creció "en un momento importante" del Mundial de Alemania ante España y Brasil no espera tomarse una revancha en los cuartos de final, afirmó el entrenador Carlos Alberto Parreira, recordando la definición de la corona de la Copa del Mundo Francia 1998.
El compromiso este sábado en Frankfurt, que vale una plaza para las semifinales será, a juicio de Parreira, un gran choque entre dos selecciones campeonas del mundo.
"Brasil y Francia es un clásico del fútbol mundial. Tiene todo para ser un gran partido", dijo.
Recordó que del equipo francés que goleó por 3-0 a Brasil en el Mundial de 1998 hay seis jugadores, que tornan a los "bleus" un conjunto muy experimentado.
Negó que sus pupilos quieran una revancha por la caída en esa final y la eliminación sufrida, precisamente en la fase de cuartos de final del Mundial de México 1986.
"Nada tiene que ver. No existe un clima de revancha. Aquí no se piensa en eso. Vamos a jugar contra Francia un partido decisivo, como fue el de Ghana (victoria brasileña por 3-0)", opinó.
En una entrevista concedida al sitio en internet de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), Parreira consideró merecido el triunfo de los franceses por 3-1 sobre España.
"Me gustó el partido, fue bonito, de buen fútbol. Francia mostró que creció de producción en un momento importante de la competición, en que todo juego es decisivo. Mereció la victoria, jugó mejor", expresó el seleccionador brasileño.
Parreira atribuyó la mejora de Francia al cambio táctico hecho por el entrenador Raymond Domenech con la vuelta de Zinedine Zidane, quien no jugó en el último partido de la primera fase.
"El (Domenech) reforzó la mitad de la cancha y el equipo quedó muy rápido. Salía siempre en velocidad para el ataque. Francia jugó muy bien", subrayó. (EFE)