El capitán de la selección azteca confesó su tristeza por la derrota 2-1 en la prórroga ante los argentinos y que los dejó fuera de Alemania 2006, y reconoció que todo se resolvió por el golazo de Maxi Rodríguez.
Mucha desazón se vivió en el camarín mexicano tras la eliminación de la Copa del Mundo 2006, luego de caer por 2-1 en el alargue del encuentro de octavos de final ante Argentina y señaló que la falta de contundencia de los aztecas conspiraron contra las reales opciones de ingresar a la fase de los ocho mejores del certamen germano.
El capitán mexicano indicó en declaraciones al final del partido, que "el equipo vino haciendo las cosas bien, pero faltó contundencia. Los jugadores somos los que más lo estamos porque hicimos el desgaste y pusimos el corazón", declaró tras el partido.
Así mismo Rafael Márquez, autor del único tanto de México a los cinco minutos de juego, manifestó que ante un gran gol como el de Maxi Rodríguez nada pudieron hacer y responsabilizó al juez suizo Massimo Bussaca por la derrota.
"El partido se ha resuelto con un golazo de ellos y en el fútbol gana quien mete los goles. También el árbitro ha influido en algunas acciones", afirmó el capitán azteca.
En tanto, el entrenador de México, Ricardo Lavolpe, dijo que los cambios obligados por las lesiones perjudicaron al equipo en el partido ante Argentina.
Además, el técnico argentino nacionalizado mexicano, señaló sobre sus sentimientos por enfrentarse a su país natal que, "hay un profesionalismo y tenía que luchar porque México ganara el partido".
Lavolpe dijo que no puede decir si seguirá o no como seleccionador, ya que "serán los dueños y los presidentes (de los clubes mexicanos) los que tomen esta determinación", aunque destacó que ya se "cumplió un proceso".
"No hay que devaluar lo que se ha trabajado en estos tres años y medio. Espero que el proceso continúe, el trabajo, la idea futbolística, más allá de quién este al mando", apuntó el estratega. (EFE)
