El capitán y máximo referente de la selección francesa, Zinedine Zidane, guardó reposo este jueves por prescripción médica y no participó en el entrenamiento de su equipo, a fin de recuperarse de un golpe sufrido durante el partido contra España en octavos de final, y llegar en las mejores condiciones para desafiar a Brasil.
La lesión de Zidane, sin embargo, no es seria y podrá jugar el partido de cuartos de final contra los verdeamarillos, fijado para este sábado 1 de julio en Frankfurt.
"Se trata de un pequeño golpe que sufrió contra España, y Zidane está en la sala de tratamiento. Es sólo una medida preventiva", explicó el jefe de prensa de la delegación francesa, Yann Le Guillard.
También se perdió el entrenamiento de este jueves el defensa Gael Givet, quien permaneció en el castillo de Aerzen, residencia oficial del equipo francés durante el Mundial de Alemania, para recuperarse de una "leve enfermedad", según el portavoz.
El entrenamiento se desarrolló a la vista del público, contra lo que es habitual en el seleccionador, Raymond Domenech, en un ambiente relajado.
Participaron en total 21 jugadores, aunque el defensa Willy Sagnol trabajó aparte y sólo hizo un trote ligero para no agravar sus molestias en los abductores.
Los jugadores, que habían descansado el miércoles, practicaron fútbol-tenis mientras Lilian Thuram trabajó en una larga sesión de estiramientos mientras en la grada crecía la expectación en torno al equipo francés, que empieza a ser tenido muy en cuenta desde que eliminó a España. (EFE)