Blog de Aldo Schiappacasse: Grande, papá

Esta ciudad es un acto de amor. Rufane Donkin, el caballero ingles que la fundo en 1820 siendo gobernador de la Colonia del Cabo, la bautizo así pensando en su esposa Elizabeth más que en la Reina. Algo así merece un premio siempre, porque aunque escriba en el Día del Padre no somos muy dados a reconocer a las señoras ni mucho menos a andarle poniéndole su nombre a las cosas. A las ciudades no, por lo pronto.

En el primer encuentro parece un puerto pequeño, acogedor, dicen que con bellas playas, que debido al frío reinante y al agobiador trabajo del enviado especial por esta vez no recorreremos, a riesgo de encontrarnos con damas en parka y abrigo o con el Intendente de Santiago.

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