Un viaje por el cuerpo de Phelps
El nadador tiene una envergadura "desproporcionada".
Además, se considera que su metabolismo interno es único.
El nadador tiene una envergadura "desproporcionada".
Además, se considera que su metabolismo interno es único.
De todas las hazañas deportivas de los Juegos Olímpicos de Beijing, hay una que más ha llamado la atención: el récord histórico del nadador estadounidense Michael Phelps al lograr ocho medallas en unas misma olimpiadas.
Periodistas deportivos, espectadores, colegas nadadores y el público en general se rascan las cabezas pensando cómo hizo este joven de 23 años para alcanzar semejante marca inédita. Y muchos señalan que, más allá de su entrenamiento y dedicación, Phelps cuenta con una herramienta crucial: su cuerpo.
Puede verse a simple vista que Phelps tiene un cuerpo de nadador privilegiado; lo importante es que cada una de sus características físicas aporta a su desempeño de manera clave.
BBC Mundo |
Para empezar, sus brazos.
Así como el tamaño del calzado de la mayoría de las personas es de la misma longitud que la distancia entre la muñeca y el codo, todos tenemos una envergadura (el ancho que ocupamos con los brazos extendidos) que debe ser similar a nuestra altura.
Phelps, en esto, es distinto: basado en su altura, debería tener una envergadura de unos 196 centímetros. Sin embargo, con sus brazos abiertos cubre 208 centímetros y esto le proporciona palancas perfectas para avanzar en el agua.
Sigamos: si uno intentase adivinar su altura por el largo de sus piernas, ésta sería de alrededor de 1,80 metros. Pero Phelps cuenta con un enorme torso -desproporcionado respecto a sus piernas- y mide 1,93 metros.
Como explica en una columna escrita para la BBC por el ex nadador olímpico británico Steve Parry, esto le permite superar uno de los principales problemas que sufren los nadadores; al arrastrarse por el agua, las piernas los desaceleran.
Phelps, con piernas cortas y torso grande, puede así moverse más rápido.
Pese a seguir una dieta de más de 10.000 calorías al día, se estima que Phelps tiene alrededor de cuatro de grasa corporal, y eso le permite maximizar su esfuerzo y alcanzar mayor velocidad.
Los expertos indican que esto hace que su metabolismo interno sea único. Todos los atletas producen ácido láctico cuando su sistema aeróbico no puede mantenerse al ritmo de producción de energía que es necesario para funcionar correctamente.
Un nadador necesita seguir nadando para liberarse de este ácido y así ser capaz de alcanzar su máximo potencial; Phelps es particularmente bueno en esto, como explica a BBC Mundo el doctor José Gerardo Villa, de la Facultad de Medicina Deportiva de la Universidad de León, en España.
"Phelps es un caso excepcional en su comportamiento metabólico al ácido láctico. Tiene la mitad de cargas de ácido láctico de lo que es normal, y eso le permite recuperar mejor para poder afrontar más pruebas competitivas", dice Villa.
Eso, en Beijing, le permitió saltar de una prueba a otra -a veces con una diferencia de sólo una hora entre las competiciones- y seguir logrando medallas.
Y hay otros detalles de su cuerpo que lo hacen especial: Phelps tiene doble articulación en sus tobillos que le permiten hacer un movimiento típico de bailarina de ballet, poniendo sus pies de punta y haciéndolos mover como verdaderas aletas con enorme agilidad.
Esa enorme flexibilidad corporal es clave, como admite Fernando Canales, un ex nadador olímpico de origen puertorriqueño que es parte del grupo de entrenadores de Phelps en la Universidad de Michigan en Estados Unidos.
"Su flexibilidad de tobillos, rodillas y codos es enorme, y también en el torso", le dice Canales a BBC Mundo, quien de todas maneras desmiente una versión que ha circulado que Phelps cuenta con doble articulación también en su torso.
¿Quiere decir todo esto que los logros olímpicos de Phelps son atribuibles a su composición genética?
"La literatura científica establece que el rendimiento deportivo viene marcado por la genética: todo rendimiento deportivo se basa en unas cualidades físicas", dice Villa.
"Y se dice que en estas cualidades, entre un 60 y 80 por ciento depende de una base genética, y entre un 20 y 40 por ciento es lo que influye un entrenamiento," explica.
Pero Canales no cree que sus atributos físicos sean tan importantes para el desempeño deportivo.
"Sus dimensiones anatómicas son detalles; para mí su entrenamiento, su preparación física y mental, su relación con su entrenador Bob Bowman y con otros competidores lo ayudan a mantener un nivel", dice Canales.
Parece que lo que no es discutible es su increíble desempeño atlético; las razones del éxito serán objeto de investigaciones científicas y especulaciones periodísticas, hasta que un nuevo Michael Phelps -o él mismo- rompa nuevamente el récord y alcance más glorias deportivas.