Por José Arnaldo Pérez , enviado especial a Melbourne japerez@cooperativa.cl
Nicolás Massú había adelantado que sería un partido duro. La reciente victoria de Novak Djokovic en uno de los torneos oceánicos que anteceden al abierto de Australia (Adelaida) lo reafirmaba. Pero el viñamarino también dijo que si le quería ganar debería luchar mucho el serbio para hacer realidad ese anhelo, al menos tres horas.
La realidad fue muy distinta de esa última impresión, y sólo una hora y 22 minutos necesitó el europeo para barrer con un irreconocible tenista nacional, que asintió positivamente cuando se le consultó si el de este lunes era uno de sus peores partidos de la historia: "simplemente no entré a la cancha, nunca me sentí en ella", apuntó.
Y cualquier cosa que se quiera decir de este 6-1, 6-1 y 6-0 salta a la vista con tan sólo ver el resultado. ¿Agregar algo? Nada. Probó con la derecha, probó con el revés. Y no había resultados. Djokovic es un jugador muy talentoso, pero la faena se vio facilitada por un desganado Massú, que incluso entre los colegas hispanos presentes sorprendía que su habitual amor propio, ese de pelear todos y cada uno de los puntos, no se viera presente en Melbourne.
Con justa razón cree que tuvo una de sus peores actuaciones, y que ahora quiere borrar con el ATP de Viña y la Copa Davis. Pero eso huele a consuelo. Y en el deporte chileno debemos dejar la condescendencia de lado.
Aunque haya sido nuestro héroe de Atenas, aunque haya inmortalizado su nombre con dos preseas de oro, lo de Massú en esta primera ronda fue literalmente un papelón. Sobre todo porque perdió de la peor forma, sin oponer resistencia. Y eso el propio Massú lo reafirmó cuando dijo que no entró a la cancha.
Pero calma también, que no es para hacer de este encuentro una autoflagelación, fue sólo eso: un horrendo partido que no se le debe perdonar a Nicolás, mas sabiendo que él puede darnos glorias. Esperemos que Viña del Mar y la Copa Davis sean esa ocasión. Que a Dios gracias están a la vuelta.
Qué nos queda. Ojalá nos quede. Perdón, pero luego de presenciar una derrota así emerge el pesimismo. Vamos entonces por los cauces del raciocinio. Paul Capdeville, que se mantuvo 148º del mundo este lunes jugará (desde las 21:00 horas) ante el francés Julien Benneteau, que está 36.
Desafío muy difícil, en que si algo podría tener a favor el nacional es que viene con ritmo luego de tres partidos ganados en las clasificaciones. Al menos este lunes Agustín Calleri y Paradorn Srichapan fueron despachados por jugadores que venían de esa zona. Aún así es complicado.
Fernando González juega ante un emergente Evgeny Korolev, pero aunque tenga potencial el ruso, el "bombardero" por antecedentes debiera ganar sí o sí. Aunque sabemos que los antecedentes no entran a la cancha.
Esperemos que a diferencia de Massú Fernando González sí entre a jugar esta madrugada de martes (01:00 horas en Chile). Caso contrario hay que pagar un taxi e ir a buscarlo al hotel
(Cooperativa.cl)