La suerte está echada
Fernando González está optimista. Se advierte a varios metros a la redonda. Y así como el santiaguino está prendido, Nicolás Massú quizás lo está aún más. Revise esta columna de Rodrigo Hernández.
Fernando González está optimista. Se advierte a varios metros a la redonda. Y así como el santiaguino está prendido, Nicolás Massú quizás lo está aún más. Revise esta columna de Rodrigo Hernández.
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Por Rodrigo Hernández desde California
"Quiero jugar en segundo turno para dormir un poco más", decía hasta ultimo minuto Fernando González. Estaba a la expectativa del sorteo y aunque Hans Gildemeister lo quería abriendo la serie frente a James Blake, el número uno de Chile velaba por sus horas de sueño y mejores sensaciones pasado el mediodía.
Sin embargo, no pasaba de ser un detalle, un detalle irrelevante aclararía luego. "De verdad da lo mismo, uno ya sabe con quien juega el viernes y si es en primer o segundo turno no tiene importancia. Lo relevante es la opción que nos estamos jugando, este sueño de seguir avanzando en Copa Davis y que nadie nos va a quitar hasta que juguemos la ultima pelota".
González y Blake jugarán por sexta vez en el circuito. El neoyorkino ganó los tres primeros partidos y el chileno los últimos dos. Estadísticamente, el número uno de Chile puede decir que hace dos años que no pierde con Blake y que sus triunfos fueron sobre cancha rápida, pero el tenis es un deporte de momentos, de rachas, de buenas y malas semanas. Y en ese ítem, el norteamericano saca clara ventaja. No sólo en las semanas recientes donde jugó la final del Masters Series de Indian Wells y los cuartos de Miami, sino que durante toda la temporada en la que anota un sólido récord de 22 triunfos y seis derrotas, registro muy superior al de González que apenas alcanza un 7-5.
La esperanza de Chile, queda claro, esta vez no está en los números. Si en la capacidad de "Mano de Piedra" para jugar bien en pasto y su categoría cuando representa al país. Además de tener mejor récord que Blake sobre hierba, está probado que no le pesa la camiseta y puede ganarle o hacerle partido al más pintado incluso jugando como visita. Su gran victoria ante Mikhail Youzhny y el cerrado partido que le hizo a Marat Safin (el ruso venía de ganar el Abierto de Australia) hace poco más de un año en el Estadio Olímpico de Moscú dan fiel testimonio.
Así como el santiaguino está prendido, Nicolás Massú quizás lo está aún más. No tiene tan buenos resultados como González sobre césped, pero estos ocho días se mató por alcanzar el mejor nivel posible y puso el 110 por ciento en los entrenamientos. A pocas horas de enfrentar por tercera vez a Andy Roddick, sabe que el número cuatro del mundo es favorito sobre pasto, pero que su opción no es menor.
"Entrené durísimo, hicimos todo lo que estaba a nuestro alcance y veremos si ese esfuerzo tiene su recompensa. Tengo claro que en esta cancha el es favorito, pero también debe estar pensando que perdió dos veces conmigo y eso le puede pesar. No debe ser fácil ser el líder del equipo norteamericano, elegir tu mejor superficie y enfrentar a un tipo que ya te ganó dos partidos y uno en cancha rápida".
Es que Massú tiene atesorados como dos de los triunfos más importantes de su carrera las victorias ante "A-Rod" en Madrid (2003) y Hamburgo (2005). Y sabe que puede repetir la gracia, aunque esta vez con un sabor todavía mas especial y meritorio desde el punto de vista técnico.
Roddick ha tenido un tibio comienzo de temporada y sólo su arribo a cuartos de final en Miami la semana pasada le permitió superar a Massú en la Carrera de Campeones, que mide el rendimiento de los jugadores este año. Fue un aliciente importante para el jugador de Nebraska, pero nunca como para decir que otra vez esta en su nivel. Una razón más para pensar que la hazaña es posible. ¡Vamos Chile!