Por Rodrigo Hernández desde París
Pareciera que esta semana estuviésemos escribiendo de Wimbledon y la clásica lluvia londinense, aquella que año a año obliga a suspender muchas jornadas en la Catedral y pone los pelos de punta a los jugadores.
Pero no. Estamos en Roland Garros y el panorama es similar: los organizadores no pueden más con sus nervios a causa del mal tiempo. El domingo se jugaron apenas siete partidos tres de varones y cuatro de damas y este lunes se cancelaron 38. Guillermo Salatino, periodista argentino que cubre su trigésimo abierto de Francia, no recuerda otro comienzo parecido. Menos mal que desde 2006 el torneo empieza el domingo.
La postergación de los encuentros incluyó por segundo día consecutivo a Fernando González y, parcialmente, a Paul Capdeville. El número tres de Chile salió a la cancha con un retraso de tres horas respecto del programa inicial y, después de dos suspensiones a raíz de las precipitaciones, se fue al hotel abajo en la cuenta ante el italiano Filipo Volandri por 6-3 y 2-2. Pasó 10 horas en Roland Garros y jugó apenas una.
Paul Capodeville vio interrumpido dos veces su partido con Filippo Volandri. (Foto: EFE) |
Capdeville intentó desarrollar el plan de juego que había definido con su técnico Diego Moyano, pero estuvo poco fino en los momentos clave. En el primer set sirvió mal (le quebraron cuatro veces), y en segundo si hubiese capitalizado las opciones de quiebre habría sacado ventaja.
No fue un desastre, ni mucho menos, pero para ganarle al verdugo de Federer en Roma necesita jugar un gran partido y no lo estaba haciendo. Mostró personalidad y capacidad de lucha, también ráfagas de buen tenis. Este martes, sin embargo, deberá estar más consistente para doblegar al europeo.
Buen humor, pastas y Federer
A pesar de la doble postergación, Fernando González se fue de buen humor. Esperó sentado en el suelo la camioneta para irse al hotel junto a Gisela Dulko, Larry Stefanki y su inefable "asesor de imagen" Neil Flowers. Apenas le avisaron por altoparlante que su vehículo estaba disponible saltó como con un resorte para abandonar el club.
Al paso, comentó que nunca vivió una espera de 48 horas, ni siquiera en Wimbledon, y que seguía muy pendido para su debut ante el checo Radek Stepanek. Se despidió cordial, como es su costumbre, no sin antes preguntar detalles del triunfo de Colo Colo sobre Universidad Católica y la batahola final. "¿Quién le pegó a quién?", consultó.
Aunque no jugaba, Nicolás Massú gastó también varias horas en el player lounge, inquieto como es, circuló en todos los sentidos y terminó por dejar el club para evadirse de la tortuosa espera. Anticipó que comerá unas buenas pastas esta noche cerca de los Campos Elíseos y que mañana pondrá el alma en la pista para ganarle a Luis Horna.
En la pista central, a su turno, Roger Federer prácticamente dio el primero de los siete pasos que lo separan de su máximo anhelo: el título de Roland Garros. "Fedex" le gana por 6-4 y 4-1 a Michael Russel y nada impedirá que elimine al estadounidense. Algo errático en el primer capítulo lo que no significa nada porque en Hamburgo jugó sólo regular hasta la final y después venció a Rafael Nadal soltó la mano en el segundo y le estaba pasando por arriba al norteamericano cuando se desató la última lluvia.
Este martes nos espera una jornada con 82 partidos y tres chilenos en cancha
veremos quién sigue en carrera.