En un intenso y entretenido encuentro, disputado en la arcilla del "Philippe Chatrier", el serbio Novak Djokovic (1° del ránking ATP) batió al escocés Andy Murray (2°) y se consagró campeón por primera vez de Roland Garros.
El oriundo de Belgrado, que dio cuenta del británico en cuatro sets, por parciales de 3-6, 6-1, 6-2 y 6-4, en poco más de tres horas de juego, conquistó así el único Grand Slam que le había sido esquivo, sumando su duodécima corona en Abiertos y confirmando plenamente su condición de número uno del mundo.
Este era el cuarto intento de Djokovic en el certamen parisino, tras caer en las definiciones de 2012, 2014 y 2015. Y esta vez no fallaría, pese a ceder la primera manga en 46 minutos.
Sin embargo, de ahí en más el vigente campeón de Australia demostraría todo su poderío y de paso, se cobraría revancha ante el de Glasgow por la caída en el Master 1.000 de Roma.
Así, la respuesta de la mejor raqueta de actualidad sería lapidaria, ya no le daría chance alguna a su contrincante en el segundo asalto, propinándole un inobjetable 6-1.
En la tercera manga, Djokovic confirmaría su alza, luego de un inicio algo dubitativo sobre la principal pista de polvo de ladrillo del circuito, y pasaría arriba con un cómodo 6-2 en 47' de juego.
Ciertamente, Murray daría lucha en el cuarto sets, intentando estirar la brega a un quinto, pero con más ímpetu que argumentos. Pero el serbio no estaba dispuesto a protagonizar otra película de suspenso y prolongar más de la cuenta su encuentro con la gloria.
El décimo juego de la cuarta manga sellaría la suerte del partido y situaría a Djokovic como uno de los privilegiados que conquistaron los cuatro Grand Slam (como Agassi, Federer y Nadal)... Un 6-4 en 58 minutos para que el mejor del planeta ascendiera de una buena vez al trono de Francia.