La estadounidense, quien en la actualidad marcha en el puesto 16 del ranking de la WTA, batió en la final a una lesionada Lindsay Davenport por un intenso 4-6, 7-6 (4) y 9-7.
La estadounidense Venus Williams (16º de la WTA), decimocuarta favorita, ganó este sábado el torneo de Wimbledon por tercera vez en su carrera, tras superar un punto de partido y derrotar a su compatriota Lindsay Davenport, número uno del mundo, por 4-6, 7-6 (4) y 9-7, en la final más larga en la historia de este torneo.
Este es el quinto título del Grand Slam que consigue la mayor de las hermanas Williams. Wimbledon 2000, 2001 y 2005, y el Abierto de Estados Unidos 2000 y 2001, son los títulos que lucen ahora en su brillante currículo.
Venus se vio favorecida por la lesión que sufrió Davenport en la espalda durante la disputa del encuentro. La primera favorita tuvo que recibir masajes en la tercera manga y desde ese momento su tenis se oscureció sensiblemente, lo suficiente para que Willians recuperara la confianza.
Williams se impuso en dos horas y 45 minutos de acción, el duelo más largo en la historia de las finales femeninas en el pasto de Londres desde que en 1949 Louise Brough venció a Margaret Osborne Dupont por 10-8, 1-6 y 10-8.
La ganadora celebró el título dando saltos en la Pista Central, mientras se aferraba con una alegría inusitada a la bandeja de plata, símbolo de su victoria. No es para menos, ya que ganó su quinto título del Grand Slam cinco años después de alzar el primero de sus dos trofeos en el All England Tennis Club, cuando derrotó precisamente a Davenport en la final, y cuatro tras su último triunfo en el Abierto de Estados Unidos.
Lo hizo además en unas circunstancias adversas, ya que estuvo a punto de salir derrotada.
Con mucho sufrimiento, pero quizás con menos dolor que el padecido por Davenport, quien sirvió para ganar el encuentro en el duodécimo juego del segundo set, perdiendo el saque en blanco. Luego desperdició una bola de partido en el décimo de la tercera manga, que hicieron despertar a Venus. En esas dos ocasiones, la veterana jugadora oriunda de Palos Verdes tenía ya su espalda maltrecha y apenas corría.
Davenport solicitó tratamiento después del séptimo juego del tercer set, aquejada de un fuerte dolor en la espalda que le hizo retirarse al vestuario para recibir masaje.
 Una dolencia en la espalda mermó ostensiblemente el rendimiento de Davenport. (Foto: EFE) |
Venus se encontró de regalo con un título que en principio no le estaba destinado. La mayor de las Williams, que había ganado sus tres duelos en hierba contra Davenport, había perdido la primera manga en 33 minutos, y deambulaba en la segunda, arrastrando un bajo porcentaje de primeros servicios y seis dobles faltas con lo que siempre estaba a merced de su rival.
Pero el cielo se abrió para ella cuando más cerca estaba del abismo. Fue en el duodécimo juego, cuando Davenport sirvió de forma desesperada para ganar, y cedió su saque en blanco. Venus aprovechó luego el desempate para hacerse con este parcial apuradamente por 7-4.
En el tercer episodio, Davenport de nuevo tuvo el partido ganado al situarse con ventaja de 4-2 y servicio, y aunque tuvo una oportunidad para ganar el partido, la dejó escapar de forma lastimosa.
Y ahí se acabó toda la historia. Davenport perdió su segunda final de Grand Slam este año ante una Williams, ya que en el Abierto de Australia su verdugo fue Serena. (EFE)
