Los efectos de la decisión del Consejo del Banco Central de recortar la Tasa de Política Monetaria (TPM) en 50 puntos básicos a 2,0 por ciento —cuyo objetivo es ayudar a reanimar la actividad económica y el empleo — se verán de forma más nítida hacia el año 2020, según expertos.
Con este recorte, adoptado por unanimidad en el Consejo del Banco Central, el índice llegó a su nivel más bajo desde agosto de 2010 y la decisión implica que se abaratarán los costos de los créditos en general, como los de consumo y los hipotecarios, con la finalidad de mejorar la actividad económica.
"Estos movimientos en la Tasa de Política Monetaria se traducen en actividad de mayor fuerza a unos seis a 12 meses después que se realizan los movimientos, estamos hablando de algo que se concretaría con mayor fuerza hacia 2020", dijo Mauricio Carrasco, economista de Econsult.
"Pero hay otros canales por los cuales esto puede actuar, como las expectativas. Al ver que el Banco Central se está haciendo cargo de la situación y se pone delante de la curva es positivo para los agentes al ver que se está haciendo política contracíclica", añadió Carrasco.
La decisión del BC se fundamenta en que en el segundo trimestre, la actividad y la demanda interna crecieron por debajo de lo esperado y sus perspectivas apuntan a que la convergencia de la inflación a la meta tomará más tiempo, lo que hace necesario un mayor estímulo monetario, indicó el organismo.
El ente emisor además explicó que en este escenario "las expectativas de crecimiento económico se han ajustado a la baja"y que la Encuesta de Expectativas Económicas (EEE) de agosto "anticipa un crecimiento para el PIB de 2,6 por ciento para el 2019 y de 3,1 y 3,3 por ciento para el 2020 y 2021, respectivamente".
Asimismo, el Banco Central no descartó una nueva rebaja de la tasa de interés antes de fin de año "lo que será evaluado en las próximas reuniones a la luz de la evolución del escenario macroeconómico".