Las estrategias para mantenerse libre de deudas

Pagar las deudas pendientes puede traer consigo una enorme sensación de alivio, pero además de este reconfortante estado, representa la oportunidad de cambiar hábitos financieros dañinos de manera definitiva.

Endeudarse, salvo cuando es producto de una emergencia, tiende a ser el resultado de algunas costumbres arraigadas en el estilo de vida, como comprar a crédito aunque se posea efectivo o posponer el ahorro para favorecer el consumo inmediato de algunos bienes o servicios. Es por esta razón que cancelar los compromisos pendientes es sólo una parte del problema, ya que lo fundamental es evitar contraer nuevas deudas que provoquen una "recaída".

De acuerdo al sitio No Credit Needed, para  emprender con el pie derecho el cambio de hábitos que requiere una vida libre de deudas, es primordial establecer una lista de prioridades financieras donde consten claramente objetivos y plazos para alcanzarlos. Las metas pueden ser variadas e ir desde establecer un fondo de ahorro para emergencias hasta pagar siempre en efectivo en el supermercado o evitar adquirir productos a crédito.

Con el listado en mano, es tiempo de empezar a trazar el camino para alcanzar esos objetivos. Esto implica analizar cada una de estas metas y desglosarlas en etapas, de modo que sea más fácil su cumplimiento, así como también más estimulante.

Según el sitio KIplinger.com, luego de haber identificado el modo más efectivo de cumplir con esta tarea, el paso siguiente es comprometerse, ya que de nada sirve realizar el análisis, si realmente no hay disposición para llevar a la realidad los objetivos impuestos.  El compromiso consiste en evitar las trampas mentales que llevan a caer en los viejos hábitos de consumo, es decir, establecer un presupuesto mensual, posponer algunas decisiones de compra, aprender a cotizar, salir a comprar sin los ' plásticos' en la billetera, reducir cuántos se poseen o incluso, si es necesario, devolver la tarjeta de crédito.

Si bien existen algunos gastos que son inevitables, es fundamental aprender a detectarlos, así como diferenciar entre necesidades reales y caprichos, y encontrar un balance entre ambos, ya que de este modo será más fácil acostumbrarse a realizar mejores elecciones que  no requieran endeudamiento, lo que no sólo permite una vida financiera más tranquila en el presente, sino también un futuro económico mejor planificado.