El Nikkei cerró en su nivel más bajo en casi cinco años.
Shanghai cayó un 5,23 por ciento, tras una semana de vacaciones.
Las bolsas asiáticas vivieron otro "lunes negro" a causa de la inestabilidad financiera, con pérdidas de alrededor del cinco por ciento en los principales mercados y fuertes descensos de sus gigantes exportadores.
Los dos índices de la bolsa tokiota, el selectivo Nikkei y el Topix, cerraron en el nivel más bajo en casi cinco años, tras descender el 4,25 y 4,66 por ciento, respectivamente, lo que se suma al retroceso de casi el 7 por ciento acumulado la semana pasada.
Las caídas fueron este lunes generalizadas en todos los mercados de Asia, una región eminentemente exportadora, que vio caer con fuerza los valores de las grandes empresas y fuertes oscilaciones en la cotización de sus divisas.
El índice general de Shanghai volvió a operar, tras una semana de vacaciones, con una caída del 5,23 por ciento, el Hang Seng de Hong Kong retrocedió un 4,97 por ciento y el Kospi de Seúl se dejó un 4,29 por ciento, hasta cerrar en su peor nivel desde enero de 2007.
El récord se lo llevó el indicador JKSE de Yakarta, que retrocedió un 10,03 por ciento, hasta cerrar en las 1.648,74 unidades.
La aprobación este viernes por el Congreso de EE.UU. del plan de rescate financiero por 700.000 millones de dólares no fue suficiente para acallar los temores por la economía global, azuzados por el creciente número de bancos en crisis a ambos lados del Atlántico.
Los principales activos tecnológicos y electrónicos de Asia, los más orientados a la exportación junto a los fabricantes de vehículos, sumaron este lunes grandes caídas, al igual que los bancos y las siderúrgicas.
