La canciller germana reiteró que General Motors debe pagar el crédito otorgado por el gobierno.
La empresa renonoció que necesita de apoyo financiero gubernamental para el plan de reestructuración.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, restó de cualquier responsabilidad al presidente estadounidense Barack Obama del fracaso de la venta de Opel al consorcio austríaco-canadiense Magna.
"El presidente Obama me aclaró que no estuvo involucrado en esa decisión. Ahora eso es definitivo y GM debe devolvernos el crédito puente y asumir de nuevo su responsabilidad financiera sobre Opel", afirmó Merkel, en declaraciones al diario Frankfurter Allgemeine Zeitung.
La canciller respondió así a la pregunta de si su malestar por la decisión de GM era extensivo a Obama y añadió, que con el apoyo de Berlín a la operación dieron "una oportunidad de supervivencia a Opel", de lo que, afirma, el consorcio estadounidense es consciente y debe pagar el préstamo.
El anuncio de GM del fracaso de la operación de venta a Magna sorprendió a Merkel en Estados Unidos, donde había alabado en un discurso en el Congreso la amistad germano-estadounidense, lo que supuso una doble bofetada para la canciller, quien viajó a Washington recién reelegida para el cargo.
El crédito que GM debe devolver
El pasado jueves el Gobierno alemán reanudó los contactos con GM, con la reunión mantenida en Berlín entre el ministro de Economía, Rainer Brüdeler, el nuevo director de la filial europea, Nick Reilly, y el vicepresidente de la compañía, John Smith.
El Gobierno alemán otorgó a Opel un crédito puente de 1.500 millones de euros para preservar la filial europea de GM de la quiebra de su matriz, de los que se han utilizado 700 millones y hasta ahora, el consorcio estadounidense ha devuelto 200 millones de euros, mientras que hasta el próximo 30 de noviembre debe pagar otros 400 millones de euros.
General Motors emplea a unas 45.500 personas en Europa y mantiene conversaciones con los gobiernos europeos. Sostiene que su plan en Europa tendrá en cuenta, como la propuesta de Magna, establecer la mejor base para el éxito futuro de Opel/Vauxhall.
El productor automovilístico ha reconocido que para llevar a cabo el plan de reestructuración de la filial necesita ayuda financiera de los gobiernos europeos y de los empleados.
