En el marco del trabajo prelegislativo, el Ministerio de Hacienda retomó esta semana el diálogo con los partidos políticos para presentar su nueva reforma tributaria, la que será ingresada este mes al Congreso Nacional.
Tras un año del fracaso de la iniciativa original, este segundo proyecto contempla aumentar el gravamen a las rentas personales a partir del cuarto tramo del Impuesto Global Complementario: a quienes perciben rentas entre las 50 y 70 Unidades Tributarias Anuales (UTA), equivalentes a 3,2 millones y casi 4,5 millones de pesos mensuales, quienes verían un aumento de la tasa del 13,5% actual a un 16%.
La alternativa sigue generando un fuerte rechazo en la oposición, que pide al Gobierno "un esfuerzo mayor".
Desde la Democracia Cristiana (DC) adelantaron que no apoyarán la eventual nueva propuesta y llamaron a la administración del Presidente Gabriel Boric a "buscar acuerdos que sean razonables", sobre todo por la poca disposición que hay para avanzar.
"Tengo la impresión que tras la muerte del expresidente Piñera, ese ánimo de buscar acuerdos, de pensar en el bien del país, duró muy poco. Fue casi una flor que no hace verano", advirtió el diputado Eric Aedo, jefe de la bancada de la DC.
"Creo que ha cambiado nuevamente el clima, que ha vuelto la tensión y en ese sentido el Gobierno tiene que hacer un esfuerzo mayor para buscar acuerdos que sean razonables", puntualizó el parlamentario, que señaló también que "la responsabilidad de mantener un ánimo de conversación, de acuerdos y no de confrontación la sigue teniendo el jefe de Estado".
El jefe de bancada de la UDI Guillermo Ramírez también se sumó a los cuestionamientos afirmando que "lamentablemente el Gobierno insiste en que el pacto fiscal tiene que tratarse de subir impuestos, cuando el pacto fiscal de lo que se tiene que tratar es de generar las condiciones para que la economía despegue, para que las pymes ganen más plata, para que haya más empleo y para que los salarios aumenten, pero todo eso para el Gobierno parece ser poco importante".
El diputado aseguró que el Ejecutivo "insiste con una nueva fórmula que busca recaudar en el corto plazo, posponiendo el despegue y el crecimiento de la economía".
OFICIALISMO INSTA AL DIÁLOGO
En cuanto al oficialismo, el presidente de Convergencia Social (CS), el diputado Diego Ibañez, insistió en que durante los primeros meses del debate parlamentario estarán a disposición para avanzar.
"Nosotros seguiremos estableciendo puentes e incentivando un acuerdo que no solamente beneficie al Gobierno, sino también todo el arco político, sean de Gobierno o no sean de Gobierno, sean oficialismo o sean oposición", puntualizó el parlamentario.
Asimismo, indicó que "los problemas no son del Presidente Boric ni son de nosotros los parlamentarios, son problemas de Estado, son problemas de la sociedad y desde ese punto de vista tenemos que ser capaces de avanzar en acuerdos que pongan en el centro el interés de la gente".
Durante los primeros meses, la discusión legislativa estará centrada principalmente en tres materias: la reforma previsional, la ley corta de Isapres y el nuevo pacto fiscal.
"AMBIENTE PROACUERDO, POST PIÑERA, SE FUE PERDIENDO"
El analista Cristóbal Bellolio, académico de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, dijo tener "la impresión de que el ambiente, en teoría, proacuerdos que se pudo haber generado con la muerte de Sebastián Piñera, se fue perdiendo".
"Quizás nunca hubo realmente ambiente. Quizás recordar las virtudes dialogantes de Piñera fue solamente una forma de sacar un rédito político en el momento, pero no veo mucha gente en la derecha que esté realmente dispuesta a asumir el costo que significa eso, dialogar hasta que duela, y sentarse a conversar con un Gobierno impopular", planteó.