Teherán aseguró que está en condiciones de construir siete plantas de refinado.
Esto surge como respuesta ante el anuncio de EE.UU. de imponer nuevas sanciones.
Irán aseguró que está en disposición de construir siete nuevas plantas de refinado que le permitirán convertirse en un país exportador de gasolina.
La información apareció en la prensa oficial iraní apenas dos días después de que el congreso norteamericano diera luz verde para imponer nuevas sanciones al régimen iraní, y en particular a la exportación de combustible a este país.
Pese a poseer las terceras mayores reservas probadas del mundo de petróleo y gas, Irán debe importar cerca del 40 por ciento de la gasolina que consume debido a la precariedad de sus industria de refinado.
"De acuerdo con las informaciones, la producción de gasolina de las nuevas refinerías no solo cubrirá la demanda nacional, si no que se producirá lo suficiente como para convertir al país en exportador", afirmó la agencia local.
Según la fuente, la mayor de las refinerías, bautizada "Estrella del golfo Pérsico" será construida en el puerto meridional de Bandar Abbas y tendrá una capacidad de producción que rondará los 36,6 millones de litros de gasolina diarios.
Una segunda refinería, denominada "Sahriar" se construirá en la ciudad noroccidental de Tabriz y producirá unos ocho millones de litros diarios.
La agencia explicó, sin otros detalles, que las cinco restantes se levantarán también en Bander Abbas, Shiraz, Abadan, en el sur del país, Kermanshah en el centro y la provincia septentrional de Golesatán.
El Senado norteamericano aprobó el jueves un proyecto de ley que permitirá al presidente Barack Obama imponer nuevas sanciones a Irán a causa de su conflictivo programa de desarrollo nuclear.
