Hace dos meses, Chile puso en alerta a las fuerzas de la Armada, encargada de proteger sus límites marinos, ante el avance de una megaflota compuesta por centenares de buques, la mayoría de ellas chinas, que han sido acusadas, por diferentes países de la región, de dedicarse a la pesca ilegal y que se aproximan a la costas del país.
"Estamos trabajando permanentemente en el control y monitoreo de esta flota china para que precisamente se cuide nuestro mar territorial", afirmó el subsecretario de Pesca y Acuicultura, Román Zelaya, el 8 de octubre pasado.
Las naves, la mayoría de ellas buques "poteros" dedicados a la pesca del calamar, fueron detectadas el pasado agosto muy cerca del archipiélago ecuatoriano de Islas Galápagos y se desplazaron hacia Ecuador y Perú, donde desarrollaron "sucesivas operaciones extractivas", apuntó el funcionario.
Un nuevo reporte del Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura (Sernapesca) confirmó que una parte de la flota china realiza trabajos de extracciones de calamares a la altura de la Región de La Araucanía, fuera de la Zona Económica Exclusiva (ZEE), como se denomina al dominio marítimo chileno cuyo límite son 200 millas mar adentro desde la costa.
Según el informe, que consignó este domingo el diario El Mercurio, la megaflota china, compuesta por 410 naves de captura y 14 de apoyo logístico, se dividió en tres grupos. Uno de los conjuntos se encuentra pescando a 180 millas al oeste de la ZEE.
Un segundo grupo se encuentra navegando dentro de la ZEE, pero sin realizar faenas de captura, rumbo al Estrecho de Magallanes.
El tercer conjunto de barcos permanece frente a las costas del norte de Chile, también fuera del dominio marítimo nacional.
El destino final de los navíos asiáticos es el océano Atlántico, donde trabajarán en sus últimas labores de pesca, de acuerdo al reporte.